Elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos reforzaron el pasado viernes las barricadas de alambre de navaja y de malla en la frontera Juárez-El Paso a pesar de una demanda del gobierno federal estadounidense para retirar esta barrera que migrantes tildaron de «inhumana» y ambientalistas dijeron que es un riesgo para el ecosistema.
En una franca escalada política antiinmigrante del gobernador texano, los lugareños señalaron que esta alambrada representa un peligro para los inmigrantes.
“De verdad esa alambrada yo la veo como algo inhumano, uno viene luchando desde varios países y uno pasa muchos traumas”, aseveró el venezolano Eduardo Díaz mientras veía cómo un grupo de unos 15 migrantes sí logró cruzar la alambrada a pesar del riesgo que implica.
Así, en un claro desafío al gobierno federal estadounidense, que interpuso el pasado lunes una demanda contra el gobernador de Texas, Gregg Abbot, por la colocación de una barrera de boyas y otra infraestructura en el cauce del río Bravo.
Una docena de militares de la Guardia Nacional estadounidense reforzaron durante esta semana la peligrosa barricada de alambre de navajas justo bajo el puente Internacional Reforma, aumentándola de dos a tres niveles quedando de más de 2 metros de altura.
Cabe señalar que el lunes el Departamento de Justicia de Estados Unidos pidió una orden judicial para impedir que Texas construya barreras adicionales en el río y también solicitó a un tribunal que ordene al estado que derribe las ya existentes por su cuenta.
Aunque la demanda fue puesta a raíz de las boyas, se han colocado estructuras metálicas de malla y alambradas con peligrosas navajas para impedir que los migrantes entren a territorio estadounidense y pidan asilo.
El Departamento de Justicia dice que el gobernador Abbott viola la Ley de Ríos y Puentes, porque la ley federal prohíbe la colocación de barreras u obstrucciones no autorizadas en el río Bravo y otras aguas navegables de Estados Unidos.
“La ley prohíbe la creación de cualquier obstrucción a la capacidad navegable y además prohíbe la construcción de cualquier estructura en dichas aguas sin la autorización correspondiente”, señala el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
El ambientalista Daniel Delgadillo Díaz, del Frente en Defensa de El Chamizal coincide con una parte de la demanda interpuesta por el Gobierno federal de Texas en que las barricadas representan un gran riesgo.
Sostiene que seguramente hay animales atrapados y lastimados a lo largo de las barricadas de alambre de navajas que van desde la frontera oeste entre Chihuahua y Texas hasta el Valle de Juárez.
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