En un giro sorprendente, Uriel Carmona, el fiscal de Morelos, se encontraba disfrutando de su recién adquirida libertad, otorgada por una resolución judicial que cuestionaba su detención previa, cuando fue detenido por segunda ocasión por agentes de la Policía de Investigación (PDI) de la Ciudad de México. Esta segunda detención ha generado un revuelo en el mundo legal y político del país.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) confirmó que la nueva detención contra Uriel Carmona se llevó a cabo bajo cargos de «encubrimiento por favorecimiento».
Esto marca un segundo episodio de arresto en un mismo día, uno que dejó boquiabiertos a muchos, especialmente después de que un tribunal federal hubiera respaldado su liberación en la mañana.
La historia comenzó cuando el Décimo Tribunal Colegiado del Primer Circuito, en una inusual decisión, ordenó la liberación de Uriel Carmona, basándose en un juicio de amparo presentado por la defensa del fiscal. El tribunal argumentó que no se había respetado su fuero local y federal, lo que llevó a su liberación inmediata desde el Reclusorio Sur de la Ciudad de México.
Sin embargo, apenas unas horas después de su liberación, los acontecimientos tomaron un giro inesperado. Agentes de la Fiscalía de Investigación Estratégica de Asuntos Especiales, cumpliendo con una orden solicitada por un juez de control, detuvieron nuevamente a Carmona. Esta segunda detención ha dejado a muchos cuestionando el manejo de su caso y planteando interrogantes sobre la influencia y el poder en juego.
El abogado de Uriel Carmona, en una declaración después de la segunda detención, expresó su desconcierto y afirmó que están evaluando los próximos pasos legales. La controversia en torno a este caso parece estar lejos de resolverse, y la atención se centra en cómo se desarrollarán los acontecimientos legales y políticos en los próximos días.
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