Tres personas murieron este domingo en un tiroteo en una universidad de Manila, la capital de Filipinas, indicaron responsables, en un hecho que parece ser un asesinato.
El incidente tuvo lugar cuando estudiantes de derecho y sus familias llegaron a la universidad para una ceremonia de graduación a la que asistió también el presidente de la Corte Suprema.
Rose Furigay, exalcaldesa de la provincia de Basilan (sur) y cuya hija se encontraba entre los graduados, fue asesinada junto con su asistente y un guardia de seguridad de la universidad, dijo Joy Belmonte, el alcalde del municipio donde tuvo lugar el tiroteo.
La hija de Furigay resultó herida y se encuentra hospitalizada en “condición estable“, según la policía.
“Estamos muy consternados y dolidos por este incidente”, señaló a la AFP Belmonte.
El presunto asesino huyó del lugar del crimen después de que forzara a un conductor que saliera de su vehículo, antes de abandonarlo y continuar su fuga en un yipni -un medio popular de transporte público en Filipinas-, contó la policía.
El supuesto agresor fue detenido cerca de una iglesia.
Las fuerzas de seguridad recuperaron dos pistolas y un silenciador presumiblemente utilizados por el sospechoso, a quien identificaron como Chao Tiao Yumol. También informaron de que tenía un “largo historial” de disputas legales con Furigay.
Yumol se hallaba libre bajo fianza por un cargo de difamación por Internet.
“Parece ser una asesino decidido“, declaró el general de la brigada de la policía, Remus Medina, a los periodistas, antes de calificar el incidente como “aislado“.
Yumol, que presentaba heridas en su rostro, fue presentado por la policía ante los medios de comunicación, momento que aprovechó para acusar a Furigay de traficar con droga y denunciar que su familia había ordenado tres ataques contra él.
Los tiroteos en escuelas y universidades apenas se producen en Filipinas, pese a sus reglas laxas sobre armas.
Sin embargo, los asesinatos selectivos de políticos son bastante comunes, sobre todo en periodos de elecciones.
Furigay, cuya familia domina la política en la ciudad de Lamitan, cumplió tres mandatos como alcaldesa. La Constitución le impidió que pudiera revalidar el cargo en los comicios del pasado 9 de mayo.
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