El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, juró su cargo el viernes, un día después de ser reelegido por el Congreso, en un contexto de fuerte oposición de la derecha a su decisión de amnistiar a los independentistas catalanes.
El líder socialista prometió, ante el rey Felipe VI, “cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno” y “guardar y hacer guardar la Constitución”, durante una ceremonia en el palacio de la Zarzuela de Madrid, residencial de la familia real española.
Ahora que juró su cargo, el líder socialista, de 51 años y en el poder desde 2018, podrá anunciar en los próximos días la composición de su nuevo Gobierno con sus aliados de la coalición de extrema izquierda Sumar.
Tras quedar segundo en las elecciones generales del 23 de julio por detrás de su rival conservador Alberto Núñez Feijóo, sin que ninguno consiguiera mayoría absoluta, Sánchez tuvo que negociar en todos los frentes para lograr el apoyo de varias formaciones regionales, incluido el partido del independentista catalán Carles Puigdemont, y así seguir en el poder.
A cambio de su apoyo imprescindible, el independentismo catalán se aseguró la próxima aprobación de una ley de amnistía para sus dirigentes y activistas procesados por su implicación en el intento de secesión de Cataluña en 2017.
Esta medida ha provocado una profunda fractura en el país, donde se han producido numerosas manifestaciones, algunas de ellas violentas, en los últimos días.
El sábado está convocada una nueva manifestación en Madrid a la que asistirán el líder de la oposición Núñez Feijóo y del partido de extrema derecha Vox, Santiago Abascal.
La investidura de Sánchez en el Congreso de los Diputados es “un acto de alta traición“, estimó un alto cargo del PP, Elías Bendodo, que acusó además al presidente del gobierno de haber “comprado su investidura vendiendo España” a los independentistas.
“Seguiremos apoyando todas las movilizaciones y convocatorias para oponerse al golpe a la Nación”, prometió, por su parte, Abascal.
En una muestra de la extrema tensión, un grupo de militares retirados, muy críticos con la izquierda, publicaron el viernes un manifiesto en el que piden a los “responsables de la defensa del ordenamiento constitucional, la destitución del Presidente del Gobierno y la convocatoria de elecciones generales”.
Preguntada por este clima explosivo, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, reconoció que el nuevo mandato de Pedro Sánchez será “complejo” y “difícil“, pero aseguró que el Gobierno ha “demostrado” en los últimos años que es “capaz de gestionar” situaciones de “la máxima complejidad“.
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