Las autoridades rusas afirmaron que tienen pruebas que vinculan a los terroristas responsables del ataque a la sala de conciertos de Crocus City Hall con el gobierno de Ucrania, según informó el Comité de Investigación rusa en su canal Telegram. La investigación inicial muestra la naturaleza planificada y cuidadosamente preparada de las acciones de los terroristas, respaldadas financieramente por los organizadores del crimen.
En una publicación reciente, las autoridades rusas destacaron que se obtuvieron pruebas de conexión entre los terroristas y los nacionalistas ucranianos a través del trabajo con los detenidos, el análisis de dispositivos técnicos incautados y la revisión de transacciones financieras.
«Los resultados iniciales de la investigación confirman plenamente la naturaleza planificada de las acciones de los terroristas, la cuidadosa preparación y el apoyo financiero de los organizadores del crimen. Como resultado del trabajo con los terroristas detenidos, el estudio de los dispositivos técnicos incautados y el análisis de la información sobre transacciones financieras se obtuvieron pruebas de su conexión con los nacionalistas ucranianos”, dice la publicación.
Además, se confirmaron datos que indican que los autores del ataque terrorista recibieron importantes sumas de dinero y criptomonedas provenientes de Ucrania. Las autoridades también han identificado y detenido a otro sospechoso vinculado a la financiación del terrorismo.
El director del FSB, Alexander Bortnikov, mencionó que según la agencia, Kiev estuvo directamente involucrada en la organización del ataque terrorista por parte de los islamistas, con contribuciones de servicios secretos occidentales. Bortnikov sugirió que Estados Unidos, Gran Bretaña y Ucrania podrían estar detrás del ataque. Aunque aún no se ha identificado al cliente, el departamento de inteligencia cree saber quién organizó el ataque y reclutó a los perpetradores.
En el ataque en la sala de conciertos Crocus City Hall en Krasnogorsk, en la periferia de Moscú, varias personas encapuchadas irrumpieron en el edificio, disparando a quemarropa con ametralladoras y provocando el incendio del inmueble. El Ministerio de Situaciones de Emergencia publicó una lista actualizada de víctimas, incluyendo 143 nombres, y se abrió una investigación por ataque terrorista.
Los perpetradores, ciudadanos de Tayikistán, fueron detenidos en la región de Briansk mientras intentaban cruzar la frontera. El Tribunal Basmanny de Moscú ha ordenado mantenerlos bajo arresto hasta el 22 de mayo.
Por su parte, la Casa Blanca reaccionó y calificó a los líderes rusos de «vendedores de estiércol» por intentar vincular a Ucrania con el reciente ataque mortal en una sala de conciertos en Moscú, que fue reivindicado por el grupo Estado Islámico.
«Mi tío solía decir (…) que los mejores vendedores de estiércol a menudo llevan sus muestras en la boca. Los funcionarios rusos parecen ser bastante buenos vendedores de estiércol», dijo a periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, denunciando una «propaganda sin sentido» por parte de Rusia.
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