En el 2024 se presentarán cambios normativos en regulación financiera y fiscal que seguramente impactarán de forma no tan positiva las operaciones
El año 2024 ha comenzado y la inquietud empresarial acerca de la estabilidad financiera es evidente entre los líderes de las empresas del sector privado. En De la Paz, Costemalle – DFK, se llevó a cabo un análisis considerando el panorama nacional e internacional, que incluye aspectos como:
- El conflicto Israel-Hamas, que se extiende regionalmente con la participación de los hutíes de Yemen.
- La continuación del conflicto en Ucrania, con la incertidumbre sobre su conclusión debido a la posición intransigente de Rusia y el apoyo fluctuante a Ucrania.
- Las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
- La introducción de ETFs en criptomonedas en Estados Unidos, con implicaciones para el mundo de las inversiones, aunque se ha observado una caída del 10% en el valor de Bitcoin desde su entrada.
A nivel local en México, se destacan:
- La inseguridad rampante, sin control aparente y con autoridades que enfrentan dificultades para detener a los responsables.
- Un ambiente politizado relacionado con las elecciones del 6 de junio.
Esta situación se espera que genere más volatilidad en los mercados financieros, y en De la Paz, Costemalle DFK, reconocen la importancia de crear un plan de acción para que las empresas puedan enfrentarla de la mejor manera posible
Entre las variables clave identificadas en los mercados financieros se encuentra la inflación, que ha aumentado a un 4.66%. Por tercer mes consecutivo, la inflación al consumidor subió con respecto al mismo mes del 2022, lo que complica a Banxico al no permitirle bajar la tasa de referencia en el primer semestre del 2024.
Por otro lado, el dólar se está revaluando marginalmente en los últimos días, con perspectivas estables (promedio de $17 pesos por dólar para 2024). Esta situación influye directa o indirectamente en la economía y finanzas de los clientes, por lo que es crucial crear diferentes escenarios de acción para asegurar una «estabilidad financiera».
De la Paz, Costemalle – DFK, recomiendan algunas medidas para enfrentar la volatilidad financiera, tales como la diversificación de activos, la gestión de riesgos mediante estrategias como la cobertura, y el monitoreo constante de la situación financiera propia y de la industria.
Este 2024 se presentarán cambios normativos en regulación financiera y fiscal que seguramente impactarán de forma no tan positiva las operaciones.
La digitalización y monedas digitales de bancos centrales son una tendencia que está ganando impulso en todo el mundo y México no es la excepción, sabiendo que tendrán impacto significativo.
La moneda digital de un banco central tiene beneficios al evitar la impresión/acuñación de la moneda, así como la logística de su distribución, siendo más eficiente y de mayor alcance para la población, incluso la no usuaria del sistema financiero (mayor inclusión financiera).
Trazabilidad infinita de las operaciones, mejorando la supervisión/control y dificultando las actividades ilegales.
Es técnicamente posible con la tecnología blockchain
Tomando lo anterior con un granito de sal, pues conlleva riesgos ya conocidos, como el impacto o transformación veloz del sector financiero tradicional, los fraudes, ciberataques, educación de la población, infraestructura y enorme consumo de energía sin intermitencias, segura y limpia, para que todo funcione.
Fuente Comunicae
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