Los contrabandistas del 85 por ciento del fentanilo incautado en la frontera entre México y Estados Unidos “no son los migrantes” sino estadounidenses, afirmó este viernes el embajador mexicano en Washington, Esteban Moctezuma.
El gobierno del presidente Joe Biden ha declarado la guerra al fentanilo, un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína que mató a decenas de miles de estadounidenses en 2022.
La crisis del fentanilo se ha convertido en un tema recurrente de los republicanos en el Congreso, donde algunos han llegado a pedir que se declare organizaciones terroristas a los cárteles de la droga mexicanos, que fabrican esta droga con sustancias químicas (llamadas precursores) procedentes sobre todo de China.
Esto ha aumentado la presión sobre el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que ha pedido a China que colabore.
México “está trabajando de manera muy firme” contra la producción de fentanilo y la llegada de precursores, afirmó Moctezuma durante una rueda de prensa en el Wilson Center, un foro no partidista en la capital estadounidense.
Como resultado, dijo, los pasos terrestres han quedado bajo control del ejército y los puerto bajo el de la Marina y se han destruido “alrededor de 1 mil 060 laboratorios clandestinos” de fabricación de la droga.
“Independientemente de quien lo produzca el compromiso es de luchar contra él”, insistió el embajador.
Pero “estamos viendo que en el 85 por ciento de las incautaciones en la frontera que ha hecho CBP (Aduanas y Protección fronteriza estadounidense) quien transporta la droga no son los migrantes, son ciudadanos americanos”, afirmó Moctezuma.
Según un estudio publicado por el CATO Institut, “en 2021 el 86.3 por ciento de los traficantes de fentanilo condenados eran ciudadanos estadounidenses”, que están “sujetos a menos controles” en los pasos fronterizos o en el interior de los vehículos.
Moctezuna ha recalcado que ambos países son conscientes de que la lucha contra el narcotráfico “es responsabilidad regional“.
“Esto quiere decir responsabilidad de ambos países, responsabilidad de quien produce pero también de quien consume, responsabilidad del tráfico pero también no solo de drogas sino de armas”.
En la misma rueda de prensa, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, reconoció que el fentanilo “es un problema muy difícil” y ambos países deben implicar a China en la búsqueda de una solución porque “de allá, de Asia es de donde vienen los precursores“.
A principios de julio Estados Unidos reunió de forma virtual a ministros de más de 80 países en un intento de combatir el fentanilo, pero China no participó.
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