Es necesario aumentar el derecho social a la movilidad como parte de la recuperación tras la pandemia de Covid-19, señalaron especialistas participantes en la mesa de diálogo Desarrollo del transporte público; Estrategias más allá del Covid-19, llevada a cabo en el marco del 13º Congreso Internacional de Transporte (13CIT), que organizó la Asociación Nacional de Transporte y Movilidad (AMTM).
Propusieron que las autoridades restrinjan espacios públicos para vehículos privados, con el fin de devolverlos a la ciudadanía y pueda utilizarlos para la movilidad personal, además de generar una movilidad más activa, mediante la mejora de los servicios y unidades
Sólo así, consideraron, será posible recuperar durante los próximos ocho años, a millones de personas que decidieron utilizar otras formas de traslado, como el automóvil o la bicicleta, además de quienes se han mantenido trabajando desde casa durante esta larga temporada que rebasa los dos años.
Martha Lucía Gutiérrez, secretaria Ejecutiva de Simus, Red especializada en movilidad urbana sustentable, líder en América Latina, habló de buscar mediante estas medidas reactivar el transporte público y con ello reducir el uso de los vehículos privados.
Dijo que eso generará importantes beneficios a la población, ya que se crea un efecto de seguridad en la salud y seguridad vial, además de promover modos alternativos de transporte, como la bicicleta y la patineta.
Agregó que es necesario adoptar políticas públicas que desestimulen el uso del automóvil privado, a través de modernizar la gobernanza de las empresas y crear nuevos incentivos para la movilidad pública.
Además, dijo, se debe dar paso al transporte público eléctrico o de bajas emisiones, por lo que será necesario gestionar más unidades de ese tipo.
Por su parte, Sergio Avelleda, socio fundador de Urucuia Movilidad, especialista en Movilidad Urbana, puntualizó que durante los dos años de pandemia el transporte público tuvo la pérdida más grande de pasajeros en la historia reciente, por lo que expuso la preocupación de que, tras el paso de la pandemia, las personas desconfíen viajar en unidades públicas y opten por la compra de vehículos.
Ante ello planteó: “debe entenderse que no hay más espacio para tantos automóviles, urge extender zonas restringidas a su circulación y eliminar las plazas de estacionamiento, con el objetivo de desincentivar el uso de autos particulares”.
Consideró necesario que el sector privado se sume al nuevo modelo de gobernanza de las empresas, para comprometerlas con las demandas sociales, que en este caso, se refieren al uso de transporte público en todas su modalidades.
Avelleda se pronunció porque las autoridades restrinjan espacios públicos para vehículos privados, con el fin de devolverlos a la ciudadanía y pueda utilizarlos para la movilidad personal.
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