En términos de huella hídrica la industria textil, por ejemplo, requiere 2 mil litros de agua para generar una playera de algodón, 10 mil para una falda o pantalón y 8 mil para un par de zapatos, según Conagua. La industria textil fue responsable en 2018 del 20% de las aguas residuales y del 10% de los gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera a nivel global, de acuerdo con un informe de la ONU
Las iniciativas que han adoptado las empresas privadas, así como las regulaciones públicas para atender la crisis ambiental, parecen insuficientes. Puntualmente, el recurso hídrico es uno de los temas más serios por los cuales, se ha impulsado un fuerte compromiso con una huella ambiental reducida.
Comprender el impacto de la huella hídrica sirve para saber la cantidad de agua que aprovecha una persona, un grupo de consumidores, una región, un país o toda la humanidad. Es un indicador de toda el agua que se utiliza en la vida diaria incluyendo la que se usa de forma indirecta, como la que se usa en los procesos industriales para producir alimentos o productos y la que, por esos mismos procesos, termina contaminando ríos y lagos.
Por ejemplo, ¿cuanta agua se utiliza para producir una playera de algodón que pesa 250 gramos? Según datos de Conagua, hasta 2 mil 700 litros. En otros casos, se requiere hasta 10 mil litros de agua para producir una falda o pantalón y 8 mil para un par de zapatos.
Las empresas en México han demostrado interés para adoptar cambios estructurales para reducir la huella hídrica que generan sus procesos productivos y reducir este impacto. Están comprometidas con la aplicación de soluciones responsables con el medioambiente.
Según la primera edición del Barómetro de la Transformación Ecológica, estudio realizado por Veolia y Elabe, las grandes ciudades son responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Conscientes de su responsabilidad en la lucha contra la emergencia climática, muchas ciudades buscan la manera de reducir su huella medioambiental, disminuyendo sus emisiones de CO2 y optimizando sus costes energéticos. Frente a este panorama, los gobiernos y la industria privada han creado acuerdos y compromisos para reducir la huella ambiental y la huella hídrica.
Para llevar las cosas al siguiente nivel, compañías como Veolia Water Technologies & Solutions, ayudan a las industrias a impulsar sus estrategias de circularidad del agua en los procesos de producción y recuperar el potencial energético de residuos y lodos provenientes de la depuración de aguas residuales municipales. En la actualidad, existen soluciones tecnológicas más eficientes que los métodos convencionales con los que es posible transformar este lodo en bioinsumo productivo de alto valor en la cadena de biofertilizantes y también como fuente de biometano a partir de la depuración del biogás generado en el proceso». Estas abundantes fuentes de recursos de agua y energía son palancas eficaces para reducir el uso de energía primaria y acelerar la transición hacia energías renovables.
«La reutilización y reciclaje de las aguas residuales es una solución eficaz para equilibrar la demanda y oferta hídrica con la cual se reduce la contaminación de ríos, lagos y la sobreexplotación de fuentes subterráneas de agua», dice Juan Pablo Rodríguez director comercial para México de Veolia Water Technologies & Solutions, empresa del grupo Veolia. «Además, la reutilización del agua resulta menos costosa que producir agua desalinizada o transportar agua a largas distancias», puntualiza.
Fuente Comunicae
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