El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, anunció este domingo que la ofensiva de Israel en este territorio palestino provocó 20 mil 424 muertos desde que empezó la guerra el 7 de octubre. Este balance incluye a 166 personas fallecidas en las últimas 24 horas, indicó el ministerio, que también reportó 54 mil 36 heridos.
El ejército israelí anunció este domingo que intensificó sus operaciones contra el movimiento islamista en el sur de la Franja de Gaza, en una guerra que «será larga», según el primer ministro Benjamin Netanyahu, pese a los llamados a proteger a los civiles palestinos.
«Voy a ser claro: la guerra será larga (…) hasta que Hamás sea eliminado y restablezcamos la seguridad tanto en el norte como en el sur», declaró Netanyahu tras rendir un homenaje a los 153 soldados israelíes muertos desde el inicio de la ofensiva terrestre en Gaza el 27 de octubre. «Estamos pagando un alto precio por la guerra, pero no hay otra opción que seguir luchando», añadió el dirigente nacionalista ante los miembros de su gobierno.
El conflicto se desencadenó el 7 de octubre tras el ataque de Hamás contra el sur de Israel, en el que los milicianos islamistas mataron a cerca de mil 140 personas israelíes, en su mayoría civiles. Ese día, los islamistas también secuestraron a unas 240 personas, de las cuales 129 siguen cautivas en Gaza.
En respuesta, Israel prometió «aniquilar» a Hamás y lanzó una ofensiva terrestre y aérea contra el estrecho territorio palestino, gobernado por el grupo islamista desde 2007.
Los combates terrestres se centraron hasta ahora en el norte de la Franja, pero el ejército anunció que las operaciones virarían hacia el sur, donde se han refugiado miles de civiles. Después de la ciudad de Gaza, «estamos virando hacia el sur y concentrando nuestras principales operaciones en otro bastión de Hamás, Jan Yunis», afirmó Jonathan Conricus, un portavoz del ejército.
Jan Yunis es el lugar de nacimiento del líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, y acoge su centro de poder. Israel considera a Sinwar como el máximo responsable del ataque del 7 de octubre.
Washington permitió aprobar el viernes una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que se pedía a Israel autorizar el envío «inmediato, seguro y sin obstáculos» de ayuda vital a Gaza «a gran escala». Las potencias mundiales discutieron durante días sobre las palabras que se usarían en el texto y, ante la insistencia de Washington, prefirieron no incluir el término «alto el fuego» y pusieron «crear las condiciones para un cese duradero de las hostilidades».
Los gazatíes entrevistados se mostraron críticos con la comunidad internacional.
«En lugar de (…) aumentar las entregas de ayuda, dejen de apoyar a Israel y de suministrarle armas, (…) detengan la guerra y dennos la paz», espetó Rami al Jalut, un habitante del norte de Gaza que tuvo que huir a Rafah, en el sur.
La resolución «refuerza la decisión de Israel de matar a más civiles y prolonga la guerra contra este pueblo a cambio de un poco de comida», criticó. Mahmud al Shaer, otro habitante, añadió: «No queremos comida, queremos un cese el fuego».
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