El saldo muertos el viernes a consecuencia de los incendios forestales que afectan a la zona centro sur de Chile, y que llevó al gobierno a declarar el estado de catástrofe en la región, ascendió a 13, informaron las autoridades.
“Tenemos que señalar que hay 13 fallecidos en total, 11 en la comuna (municipio) de Santa Juana, y un piloto de nacionalidad boliviana y un mecánico de nacionalidad chilena que capotaron en un helicóptero que se encontraba en su función de combatir este incendio”, dijo Mauricio Tapia, director nacional subrogante del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
Cinco de las víctimas fallecieron en la localidad de Santa Juana, en la región de Biobío. La ministra chilena de Interior, Carolina Tohá, explicó que dos de esas personas murieron tras ser alcanzadas por las llamas cuando transitaban por una camino. Otras dos fallecieron por un accidente de tránsito “probablemente tratando de escapar del fuego”, explicó Tohá.
La quinta persona fallecida, también en Santa Juana, era una voluntaria del cuerpo de bomberos de esa localidad.
Otras dos víctimas adicionales perdieron la vida tras la caída del helicóptero que pilotaban y que participaba en el combate de los incendios. La aeronave, que había sido contratada por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) se accidentó en el sector de Galvarino, en la región de La Araucanía.
“Muy tristes por accidente de helicóptero en que falleció piloto y mecánico que trabajaban en el combate del fuego en la comuna de Galvarino en La Araucanía”, escribió en su cuenta en Twitter el ministro chileno de Agricultura, Esteban Valenzuela.
Según el saldo de las autoridades, cerca de 200 incendios han arrasado más de 40.000 hectáreas, dejado 107 viviendas con algún tipo de daño, nueve heridos y 12 damnificados. De los 191 incendios activos, 45 están fuera de control.
La situación, que está lejos de ser controlada, trae a la memoria la catástrofe que se vivió en esa zona a comienzos de 2017.
Entonces se produjo un megaincendio forestal que dejó 11 fallecidos, unos 6.000 damnificados, más de 1.500 viviendas destruidas y 467.000 hectáreas afectadas.
Como en aquel año, los focos de incendios comenzaron en áreas agrícolas y en bosques, y avanzaron hasta amenazar y afectar zonas pobladas.
Incluso el tránsito por una de las carreteras principales que comunica a la ciudad de Concepción (510 km al sur de Santiago) debió ser restringido desde el jueves por la cercanía del fuego.
Uno de los epicentros de la tragedia es la localidad de Santa Juana, 52 km al sur de Concepción.
Según un vecino, entrevistado por radio Cooperativa, el fuego comenzó a amenazar las casas cerca de las 7 de la mañana y al mediodía las llamas prácticamente rodeaban la propiedad, pese a los esfuerzos de su dueño por impedirlo.
“Solo pido que Dios tenga misericordia. Solo eso. Lo que pase está en manos de Dios”, aseguró.
Estado de catástrofe
El gobierno de Chile declaró el viernes el estado de catástrofe en las regiones de Ñuble y Biobío (centro-sur). Los focos de siniestros también afectan a las regiones de Maule y La Araucanía.
El presidente Gabriel Boric decidió suspender sus vacaciones y llegó hasta Concepción más tarde a la región de Ñuble.
“Vamos a estar realizando patrullajes por toda la zona. Lo más importante ahora es apagar los incendios. El Estado está desplegado para eso”, dijo el gobernante izquierdista. “No los vamos a dejar solos”, fue la frase más repetida del mandatario.
La declaración del estado de catástrofe, un estado de excepción constitucional, permite medidas como la disposición de recursos adicionales para controlar la emergencia e ir en ayuda de los afectados, restringir el recurso de fuerzas militares a esta situación de emergencia.
Los incendios, desatados en medio de una ola de calor extremo con registros por sobre a los 41ºC y en medio de una severa y prolongada sequía, son causados en el 99% por responsabilidad humana.
La Fiscalía anunció precisamente de la detención de dos personas vinculadas con la generación de incendios en las regiones de Biobío y La Araucanía.
En el combate del fuego trabajan 75 aeronaves y más de 2.300 brigadistas, en tanto que la ministra Tohá anunció la contratación de otros 10 aviones y estaba considerándose arrendar más aparatos en el extranjero.
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