El gobierno ucraniano anunció el sábado que una mezquita de Mariúpol en la que había refugiados unos 80 civiles, incluidos ciudadanos turcos, había sido bombardeada, pero la información fue desmentida por uno de los implicados en la organización de las evacuaciones.
«La mezquita del sultán Solimán el Magnífico y su esposa Roxolana en Mariúpol fue bombardeada por los invasores rusos», dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano en Twitter. «Más de 80 adultos y niños están refugiados allí, incluidos ciudadanos turcos», añadió, sin precisar cuándo ocurrió el bombardeo.
El gobierno turco rechazó reaccionar el sábado a las informaciones sobre el supuesto bombardeo de la mezquita.
Sin embargo, el presidente de la asociación de la mezquita Solimán de Mariúpol, Ismail Hacioglu, contactado por la cadena turca HaberTürk este sábado por la tarde, aseguró que el barrio estaba siendo atacado pero que la mezquita no había sido alcanzada por el fuego.
«Los rusos bombardean la zona […] que se encuentra a 2 km de la mezquita, y una bomba cayó a unos 700 metros de la mezquita», había indicado previamente en Instagram.
Dentro del templo se encuentran treinta civiles turcos, «incluyendo niños», explicó, aunque no detalló cuántos.
En total, en la ciudad de Mariúpol quedan 86 ciudadanos turcos, y la asociación de la mezquita está tratando de agruparlos pasando casa por casa para buscarlos, dijo Hacioglu a la televisión turca.
El responsable también explicó que su asociación ya había intentado evacuar a ciudadanos turcos en cuatro ocasiones, formando un convoy, «pero los rusos no nos dejaron cruzar» las barreras.
«Vamos a intentarlo por quinta vez», comentó.
En Instagram, Hacioglu precisó que tiene dos autobuses a su disposición para efectuar las evacuaciones.
El Ministerio de Asuntos Exteriores turco, contactado por una agencia de noticias, dijo que no tenía «ninguna información».
El consulado turco en Odesa, importante puerto del sur de Ucrania, había pedido el 7 de marzo en Twitter a los ciudadanos turcos en Mariúpol que se refugiaran en la mezquita atacada, «con vistas a evacuar a nuestro país». La AFP no pudo contactar con el consulado.
La estratégica ciudad de Mariúpol, bombardeada durante días, sufre un asedio devastador.
Un hospital infantil y una maternidad fueron atacados el miércoles, matando a tres personas e hiriendo a muchas otras, lo que provocó una protesta internacional.
En este contexto, se planeó un nuevo intento de corredor de evacuación para permitir a los civiles salir de la ciudad hacia Zaporiyia, unos 200 km al noroeste, según la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk.
Un convoy de al menos una decena de autobuses, dirigido por sacerdotes ortodoxos y cargado con 90 toneladas de alimentos y de medicamentos, partió de Zaporiyia en dirección a Mariúpol, indicó más tarde a la AFP Sergiy Orlov, vicealcalde de la ciudad.
Se pretende que, si los buses entran en Mariúpol, vuelvan a salir de la ciudad con civiles para llevarlos a Zaporiyia.
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