Eran protectores de los peregrinos en su travesía hacia la Tierra Santa durante la Edad Media, fieles servidores de la jerarquía eclesisatica, sus hazañas resonaban a lo largo y ancho del Viejo Mundo. Ellos eran los Caballeros Templarios, la emblemática orden militar cristiana que surgió en el siglo XII. Aunque desaparecieron hace mucho, su legado continúa inspirando en formas sorprendentes e inesperadas, son los creadores del sistema de banca comercial como hoy lo conocemos y fueron considerados los guerreros más feroces en batalla y los monjes más respetuosos de sus votos en su vida privada.
Al parecer, esta inspiración llegó a los servicios de la tan cuestionada consutoría política, donde muchos se han hecho millonarios, vendiendo espejos a políticos en apuros y con ambición desmedida de poder. Sin embago, hace casi siete años, surgió un despacho que desde el logotipo denotaba cierto perfil esotérico; GobernArte. Al parecer estos consultores, aseguran muchos, originarios de las logias masónicas del norte de México, han tomado la cosultoría política, con el mismo fanatismo que los Templarios tomaban sus votos. Afirman algunos entrevistados relacionados con el sector, que durante los procesos electorales, hacen uso del celibato, el veganismo y la abstinencia a cualquier tipo de vicio, con el fin de aumentar su rendimiento y eficacia dentro de estos estresantes y demandantes procesos.
Aunque según su acta constitutiva -a la que tuvimos acceso gracias al registro público- se constata su fundación hace poco mas de 6 años, fue hasta el año pasado que comenzaron a tener presencia en el ecosistema digital y las redes sociales, debido a la publicación de encuestas y estudios de opinión que llegaban desde la Ciudad de México a los estados en donde hay comicios electorales, pero no debemos dejarnos engañar, las encuestas son sólo la punta del iceberg, un aparato publicitario para poder llegar a sus objetivos y ofrecer una amplia variedad de servicios.
Este despacho no solamente participa en procesos electorales, tambíen son, en muchas ocasiones protectores de intereses privados, según fuentes internas de la organizción, se capacitan continuemente en técnicas de negociación, cabildeo y persuación lo que aunado a una gran agenda de funcionarios públicos “aliados”, como ellos les llaman, son capaces de agilizar tramites y orientar porcesos, incluso legislativos, en favor de sus clientes.
Al igual que los Caballeros Templarios poseen cierta aura de misterio, no participan en ninguno de los certamentes que premian a las mejores prácticas de la consultoría política, y pasan desapercibidos a la opinión pública cuando participan dentro de gobiernos y/o campañas electorales. Hablamos con un ex miembro de dicha organización, el cual nos pidió mantener su identidad en el anonimato, fue él quien nos asegró, que entre otras cosas, tienen prohibido figurar o protagonizar dentro de los equipos politicos en los que trabajan, ya que adjudican la mala reputación de la consultoría política, al ego desmedido de muchos consultores.
Tratamos de comunicarnos con su director general o gran maestre (una fusión entre CEO y coach de rendimeinto) como ellos le llaman, a traves de sus redes sociales, pero sólo nos encontramos con respetuosas y atentas postergaciones. Hay muchos que afirman que tienen la capacidad de generar fenomenos de comunicación, dirigiendo la percepción pública a traves de estrategias digitales y el uso faccioso de los medios nacionales e internacionales de comunicación, incluso otros afirman que han trabajado impulsando algunos de los temas mañaneros del presidente López Obrador. Es de dominio público que en las pasadas elecciones del Estado de México, fueron sancionados por el IEEM con una amonestación pública porque (aunque sin pruebas contundentes) el órgano electoral consideró, que influían tendenciosamente en la opinión pública a favor de Delfina Gómez.
A pesar de que han decidido salir a la luz con la publicación de sus encuestas, muchas cosas sobre su operación y participación en direfentes elecciones y gobiernos siguen en la penumbra, lo cierto es que cada vez más gobiernos están contratando sus servicios por la discreción y la disciplina con la que operan, sin embargo según nuestras fuentes sabemos que, son selectivos a la hora de escoger a sus clientes y que solo pueden tomar un máximo de tres proyectos por año.
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