Por no respetar su investidura como Presidente del Congreso, actuar de manera tendenciosa, facciosa e ilegal, y por actuar en comparsa con el PRIAN, la Bancada Naranja solicitó este jueves remover al prianista Mauro Guerra, de la presidencia del Congreso de Nuevo León.
Acompañada por el Coordinador de la Bancada, Eduardo Gaona, la Vicecoordinadora de la Bancada, Sandra Pámanes, entregó un escrito con pruebas en la Oficialía de Partes para solicitar la remoción de manera formal.
En el escrito, Pámanes incluyó evidencia para comprobar que Mauro Guerra ha usado su posición como presidente del Congreso para beneficiar al PRI y PAN, violando así la Ley Orgánica del Poder Legislativo, que exige que la presidencia sea institucional; es decir, que representa a todas las bancadas.
“Mauro Guerra fue, en su tiempo, un mal presidente de su partido, pero no conforme con eso, hoy es un pesimo presidente del Congreso”, señaló Pámanes.
“Él solamente respeta y actúa con base a las órdenes y a la dirección que le da su propio partido político, que es el PRIAN”.
Otra falta de Mauro Guerra, detalló Pámanes, además del incumplimiento a la Ley Orgánica, es el evidente conflicto de interés al no abstenerse en relación a un juicio político en contra del Secretario General de Gobierno, ya que fue el prianista el mismo que presentó la denuncia y votó a favor de este tema en el Pleno del Congreso.
“Es suficiente la información que estamos presentando para que la COCRI pueda actuar y si de verdad tienen un respeto por la legalidad, tendría que proceder la remoción y tendría que proponerse nuevo integrante, que pongan a alguien más que sí cumpla con el reglamento, con la Ley, y que cumpla con imparcialidad”, exigió la Congresista.
Pámanes advirtió que existen otras instancias en las que la Bancada Naranja puede solicitar la remoción, como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a la cual el Grupo Legislativo de Movimiento Ciudadano considerará si el PRIAN protege al presidente del Congreso.
En el escrito entregado por Pámanes y Gaona se señala que, por ejemplo, el pasado 14 de noviembre un grupo de alcaldes del PRI y PAN realizaron un evento afuera del Congreso, y sin ninguna explicación, Guerra decretó un receso para que los diputados y diputadas prianistas acudieran a arropar a sus compañeros de partido.
Además, el pasado 1 de febrero, como presidente del Congreso, debió dar un informe en el que debió hablar únicamente de los trabajos de la Diputación Permanente.
Sin embargo, en lugar de eso, se enfocó en un discurso político ajeno a las funciones de la Diputación Permanente.
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