Los primeros resultados de la fase uno del ensayo en humanos se publica en Nature Medicine. El accidente cerebrovascular es la principal causa de discapacidad a largo plazo. En 2021, la enfermedad vascular cerebral ocasionó más de 37 mil decesos en México
Un primer ensayo en humanos de estimulación cerebral profunda (ECP) para pacientes en rehabilitación tras un accidente cerebrovascular realizado por investigadores de Cleveland Clinic demostró que el uso de ECP dirigida al núcleo dentado – que regula el control fino de los movimientos voluntarios, la cognición, el lenguaje y las funciones sensoriales del cerebro – es seguro y factible.
El ensayo EDEN por sus siglas en inglés (Estimulación eléctrica del núcleo dentado para la hemiparesia de las extremidades superiores por accidente cerebrovascular isquémico) también muestra que la mayoría de los participantes (9 de 12) mejoraron tanto en el deterioro motor como en la función. Estos hallazgos se basan en más de una década de trabajo preclínico dirigido por los investigadores principales el doctor en medicina Andre Machado, Ph.D, y el doctor Kenneth Baker, Ph.D., de Cleveland Clinic.
«Estos resultados son tranquilizadores para los pacientes, ya que los participantes en el estudio llevaban incapacitados más de un año y, en algunos casos, tres años tras el accidente cerebrovascular. Esto nos brinda una oportunidad potencial para introducir mejoras muy necesarias en la rehabilitación en las fases crónicas de la recuperación del accidente cerebrovascular», afirmó el Dr. Machado, presidente del Instituto Neurológico de Cleveland Clinic.
Cada participante se sometió a una intervención de ECP, que consistió en la implantación quirúrgica de electrodos en una parte del cerebro llamada cerebelo. Una vez conectados a un dispositivo similar a un marcapasos, los electrodos se utilizaron para administrar pequeños impulsos eléctricos que ayudarán a las personas a recuperar el control de sus movimientos.
«Los datos de seguridad y viabilidad de este estudio inicial, combinados con las posibles mejoras sintomáticas, respaldan sin duda la necesidad de realizar ensayos adicionales de mayor envergadura para comprobar si la ECP cerebelosa es realmente un tratamiento potencial para el deterioro motor tras un accidente cerebrovascular», afirmó el doctor Brooks Gross, director del programa del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.
El accidente cerebrovascular es la principal causa de discapacidad a largo plazo. En 2021, la enfermedad vascular cerebral ocasionó más de 37 mil decesos en México. 1 Aunque la mayoría de los pacientes sobreviven a la fase aguda, es probable que los problemas neurológicos persistentes pongan en peligro la calidad de vida y la productividad, ya que aproximadamente el 50% de los supervivientes siguen presentando discapacidades graves que requieren asistencia para las actividades cotidianas.
«Actualmente no existen métodos eficaces para mejorar los resultados de la rehabilitación física de los cientos de miles de supervivientes de accidente cerebrovascular», afirmó el Dr. Baker, del Instituto de Investigación Lerner de Cleveland Clinic.
La investigación de la que se informa en este comunicado de prensa ha sido financiada por la iniciativa Brain Research Through Advancing Innovative Neurotechnologies® de los NIH, o Iniciativa BRAIN®, con el número de concesión UH3NS100543. El estudio también contó con el apoyo de Enspire DBS Therapy, Inc.
Fuente Comunicae
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