El Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, calificó la colocación del “muro flotante” en el Río Bravo por parte del Gobernador de Texas, Gregg Abbott, como ofensivo para los mexicanos y además ilegal.
La Administración del Presidente, Joe Biden, presentó una demanda ante el Departamento de Justicia en contra del Gobierno de Texas por esta medida.
Durante una conferencia en Ciudad Juárez, Chihuahua, el Embajador Salazar expresó su optimismo de ganar el caso legal y afirmó que entiende el sentimiento de ofensa del pueblo mexicano.
“Está mal, es una ofensa, lo vamos a ver, estamos del lado de la ley, tengo optimismo de que vamos a ganar el caso”, dijo Salazar.
El “muro flotante”, una barrera de boyas naranjas instalada en las aguas del Río Bravo para disuadir cruces irregulares de migrantes, es objeto de controversia y también enfrenta una demanda presentada por un grupo de residentes de Texas que practican canotaje.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos sostiene que la barrera viola la Ley de Ríos y Puertos de 1899, representa una amenaza a la navegación, a la seguridad pública y plantea un riesgo humanitario en la contención de migrantes.
Mientras tanto, el Gobernador Abbott defiende la medida argumentando que es necesaria debido a lo que considera un fracaso de la política de seguridad fronteriza federal.
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