En México hay solidez financiera gracias a la CNBV, apunta Manuel Herrejón

El Director Ejecutivo de Masari Casa de Bolsa destacó el liderazgo técnico de la CNBV, la fortaleza estructural del sistema financiero y la importancia de respaldar a las instituciones regulatorias en tiempos de presión internacional
En el actual contexto internacional donde política y finanzas se entrecruzan con intensidad creciente, el sistema financiero mexicano ha dado muestras claras de fortaleza y liderazgo institucional; así lo sostiene Manuel Herrejón Suárez, Director Ejecutivo de Masari Casa de Bolsa, quien considera que la reciente coyuntura bilateral con Estados Unidos en el caso CIBanco, Intercam y Vector, no ha puesto en duda la integridad del sistema, sino que ha revelado su capacidad de respuesta ante escenarios de presión.
«Cuando el sistema financiero de un país es puesto en entredicho desde el extranjero, lo que se pone a prueba no es su culpabilidad o inocencia, sino la solidez de sus instituciones; México no solo ha superado la prueba, sino que lo ha hecho con orden y estrategia», afirma Herrejón.
Además, el directivo subraya que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) actuó con la templanza y contundencia que requiere un regulador sólido. «Fortalecer auditorías, incrementar la supervisión y elevar los controles de prevención contra el lavado de dinero, no son gestos de cara a la galería, son acciones reales con las que la CNBV fortalece el sistema desde adentro», señala.
En este sentido, respalda la actuación y medidas de la CNBV que, desde su punto de vista, benefician tanto a inversionistas como a pequeños ahorradores, familias con créditos y empresas que requieren certidumbre. «No se trata solo de blindar el sistema desde una perspectiva regulatoria, sino de proteger el patrimonio de millones de mexicanos y mantener la estabilidad», agregó.
Desde la perspectiva empresarial, Herrejón destaca que estas decisiones transmiten una señal clara: México no improvisa. «Las coyunturas separan a los países que confían en sus instituciones de aquellos que ceden al pánico. Mientras algunos siembran dudas, México responde con certezas», puntualiza.
Asimismo, Manuel Herrejón explica que su visión está respaldada por indicadores macroeconómicos y financieros: el tipo de cambio se mantiene estable por debajo de los 19 pesos por dólar; la Bolsa Mexicana opera con normalidad y ha registrado rachas positivas; el Banco de México ajustó al alza su proyección de crecimiento del PIB (0.2%), y la recaudación tributaria aumentó 8.9% entre enero y mayo. «Estos datos hablan de un entorno sano, con fundamentos sólidos y una institucionalidad que genera confianza», sostiene.
Más allá de los números, Herrejón enfatiza que la arquitectura institucional del sistema financiero mexicano ha sido probada en contextos complejos: la crisis financiera de 2008, la pandemia por COVID-19 y episodios de alta volatilidad internacional; «y no solo ha resistido, ha salido fortalecida», destaca.
Por último, Herrejón Suárez reconoce que ningún sistema está exento de riesgos, pero sugiere que, lo que distingue a una economía confiable es la existencia de marcos regulatorios funcionales, supervisores profesionales y visión de largo plazo. «Lo que necesitamos no es paranoia, sino confianza estratégica. No reacción visceral, sino liderazgo institucional; hoy, más que nunca hay que confiar en nuestras instituciones. México tiene fundamentos sólidos y una cultura financiera que ha sabido madurar. En este país, hay más luz que sombra», concluyó.