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El Pentágono impone restricciones sin precedentes a la prensa

El Pentágono anunció una nueva política que limita severamente el acceso de los periodistas a sus instalaciones. A partir de ahora, los reporteros que cubren el Departamento de Defensa deberán firmar un acuerdo de confidencialidad para poder acceder a la sede. Este acuerdo les prohíbe explícitamente la publicación de información clasificada o considerada «sensible», incluso si no lleva una etiqueta oficial de secreto.

El Pentágono restringe la cobertura periodística

Esta medida, confirmada por el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, a través de un correo electrónico a varias redacciones, entrará en vigor en las próximas dos o tres semanas. Se aplicará a todos los medios que cubren la sede del Departamento de Guerra. La decisión ha provocado una fuerte reacción y críticas, ya que otorga al Departamento de Defensa un amplio control sobre el contenido que los periodistas pueden o no difundir.

El secretario de Guerra, Pete Hegseth, defendió la nueva política en una publicación en X, afirmando que «La prensa no dirige el Pentágono, sino la gente». En un tono desafiante, añadió que si los periodistas no portan una identificación «pueden irse a casa».

Contexto de tensión y medidas adicionales

Esta directiva se suma a una serie de acciones recientes que han aumentado la tensión entre la Administración y los medios de comunicación. En mayo, Hegseth ya había restringido el acceso a las instalaciones del Pentágono a raíz de la filtración de información sobre ataques estadounidenses en Yemen, que se difundió a través de un grupo de mensajería.

Además, la Administración ha tomado otras medidas contra la prensa esta semana. El presidente Donald Trump ha demandado al New York Times por difamación en una demanda que data de 2024. Al mismo tiempo, se informa que el Gobierno ha ejercido presión para que la cadena televisiva ABC cancelara indefinidamente el programa del comediante Jimmy Kimmel, tras sus comentarios sobre la reacción republicana ante el asesinato del activista Charlie Kirk.