El mercado del empleo siguió bajo tensión en julio, con un descenso de la tasa de desempleo a 3.5 por ciento a pesar de la creación de puestos por debajo de lo esperado, una situación que no ayuda a frenar el crecimiento de los salarios, condición necesaria para sostener la baja de la inflación.
La tasa de desempleo de Estados Unidos bajó ligeramente en julio a 3.5 por ciento frente a 3.6 por ciento el mes anterior, un nivel históricamente bajo, según datos divulgados por el Departamento de Trabajo el viernes.
El mes pasado se crearon 187 mil puestos de trabajo, indicó la cartera, mientras los analistas esperaban 200 mil, según el consenso recabado por la firma especializada Market Watch. La creación de empleos en junio también fue revisada a la baja, a 185 mil frente a los 209 mil anunciados inicialmente.
“Se crearon empleos en servicios de salud, asistencia social, actividades financieras y comercio mayorista”, detalló el Departamento de Trabajo.
El presidente Joe Biden se congratuló de estos datos: “La tasa de desempleo en un mínimo y la proporción de estadounidenses en edad de trabajar que tienen empleo en un máximo de 20 años: son los Bidenomics“, dijo el mandatario en un comunicado, usando un término que busca acuñar en su campaña para permanecer en la Casa Blanca.
El mercado laboral sigue sólido a pesar de un debilitamiento de la actividad económica al influjo de las subidas de tasas de interés decididas por la Reserva Federal para tratar de contener la inflación.
Mercado laboral bajo presión
A pesar de estos datos, el mercado laboral, que desde hace dos años enfrenta una importante escasez de mano de obra, sigue bajo presión.
“El mercado laboral, que era un fuego, perdió algunos grados de temperatura, y ahora está caliente”, ejemplificó Robert Frick, economista de Navy Federal Credit Union.
Y “podría seguir así por meses, dada la falta de empleos en sectores clave que continúan generando puestos adicionales, entre ellos los servicios de salud”, estima el analista.
Estos datos difícilmente alcancen para satisfacer a la Fed respecto a que la inflación bajó de forma duradera, estima Rubeela Farooqi, economista jefe de High Frequency Economics.
Los responsable de la institución “querrán ver pruebas adicionales de un debilitamiento del crecimiento del empleo, de los salarios y de la inflación a niveles más duraderos”, añadió.
Mientras los empleadores no encuentren suficiente personal, los salarios seguirán subiendo. El ritmo de crecimiento bajó, pero no lo suficiente para dejar de alimentar la inflación.
Salarios siguen al alza
En julio, el incremento salarial no dio ninguna señal de moderación con respecto a junio, y permanece en 4.4 por ciento en un año, detalló el Departamento de Trabajo.
“En un reflejo de las tensiones en el mercado laboral, los salarios medios por hora siguen aumentando sostenidamente, muy por encima del ritmo (de crecimiento) anterior al covid de 3-3.5 por ciento”, destacó en una nota Kathy Bostjancic, economista jefe de aseguradora Nationwide.
“Esta situación no es compatible con una tasa de inflación de 2 por ciento“, el nivel al que apunta la Fed, añadió, recordando que el presidente del banco central, Jerome Powell, destacó que “la tasa de crecimiento de los salarios debería bajar a alrededor de 3.5 por ciento” anual.
La inflación bajó desde su máximo del verano boreal pasado, y en junio marcó 3.0 por ciento en 12 meses según el índice de precios al consumo (IPC). Las cifras de julio del IPC se conocerán el 10 de agosto.
La Fed aumentó 11 veces desde marzo de 2022 sus tasas de interés, en busca de encarecer el crédito y enfriar así el consumo y la inversión, de forma de bajar la presión sobre los precios.
El mercado espera cierto deterioro de la economía para fin de año e inicios del año próximo, aunque una recesión aparece cada vez como una posibilidad más alejada.
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