En un preocupante giro de los acontecimientos, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, denunció este miércoles lo que considera un intento de golpe de Estado en el país. Morales alertó sobre un despliegue «irregular» de tanques y militares fuertemente armados frente a la sede de Gobierno en La Paz, generando alarma entre la población y la comunidad internacional.
El actual presidente, Luis Arce, también expresó su preocupación a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), donde escribió: «Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse». Estas declaraciones vinieron acompañadas de reportes ciudadanos y de medios locales que confirmaban la presencia de tropas y vehículos militares en las calles de la capital.
Movilización Irregular y Alarma Ciudadana
Las imágenes y testimonios difundidos en redes sociales muestran a tanques y soldados ocupando posiciones estratégicas alrededor de la sede gubernamental. Esta movilización ha sido calificada de «irregular» por parte de las autoridades, quienes no habían emitido ninguna orden oficial para tal despliegue. La situación ha generado incertidumbre y temor entre los ciudadanos, quienes recuerdan las tensiones políticas y sociales de los últimos años.
Reacciones y Contexto
Evo Morales, quien gobernó Bolivia desde 2006 hasta 2019, hizo un llamado a la comunidad internacional para que preste atención a los eventos en su país. «La democracia debe ser respetada y cualquier intento de subvertirla debe ser condenado enérgicamente», afirmó Morales en un comunicado.
El contexto de esta denuncia es complejo, ya que Bolivia ha experimentado periodos de gran inestabilidad política, especialmente después de la renuncia de Morales en 2019 tras acusaciones de fraude electoral. Luis Arce, su sucesor y exministro de Economía, asumió la presidencia en 2020 con la promesa de estabilizar el país y restaurar la confianza en las instituciones democráticas.
Incertidumbre
La comunidad internacional observa con atención la situación en Bolivia. Organismos como la OEA y la ONU han llamado a la calma y al respeto del orden constitucional. Mientras tanto, la población boliviana se mantiene en estado de alerta, esperando que las autoridades logren esclarecer los motivos detrás de esta movilización militar y garanticen la estabilidad del país.
La situación sigue en desarrollo y se espera que en las próximas horas el Gobierno ofrezca más detalles sobre las acciones que se tomarán para asegurar la integridad de la democracia boliviana y prevenir cualquier intento de desestabilización.
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