De nueva cuenta y con cinismo inaudito y doble moral, un grupo de vecinos de la comisaría de Sitilpech, que se asume como ambientalista realizó una protesta ante el edifico del Poder Judicial de la Federación en contra de una granja de Kekén, cuando dos de sus miembros poseen y operan criaderos clandestinos de animales en la comunidad.
La docena de personas que dicen pertenecer a la agrupación La Esperanza acudió con carteles en mano, el lunes pasado, a protestar y presionar al juez que lleva la causa para que falle en favor de ellas y dictamine el cierre de la granja porcícola de Kekén.
Sin embargo, de nueva cuenta, quienes aparecen como “líderes” del movimiento para cerrar la planta de cerdos y con ello “cuidar el medio ambiente y la salud del pueblo”, están vinculados con actividades de crianza de animales que funcionan de manera clandestina en la comunidad y sin que ninguna autoridad los ponga en orden.
Vale la pena señalar que Mis-Noticias y El Observador Gráfico de Yucatán publicaron el pasado 1 de agosto que, aunque parezca increíble, quienes se oponen al funcionamiento de la granja de Kancabchén en Sitilpech y han emprendido marchas, protestas y demás movilizaciones para su cierre, están vinculados con actividades porcícolas y el colmo del cinismo es que hasta poseen granjas donde crían cochinos y otros animales, pero en la clandestinidad y sin cumplir con las normas sanitarias establecidas por las autoridades del ramo.
La información publicada señalaba que dos de estos “defensores” del medio ambiente en Sitilpech son Mario Jesús Pech Moo y Jesús Ariel Uc Ortega, pues según vecinos ajenos al movimiento ambientalista, el primero posee un criadero ubicado a 900 metros del centro de la población, y el segundo, mantiene desde hace años una granja de cerdos que funciona a escasos 400 metros de la plaza y a 200 del Centro de Salud.
La nota publicada el 1 de agosto agrega:“En la demanda de amparo presentada el pasado 25 de mayo de 2021 ante el Juzgado Primero de Distrito en Materia Mixta de Mérida, bajo el expediente JA/887/221-IV, aparece como principal quejoso nada menos que Mario Jesús Pech Moo.
“Entre los 136 firmantes que acompañan el expediente de la demanda está la rúbrica de Jesús Ariel Uc Ortega, conocido en la comisaría con el alias de “El Plomo” y propietario de la granja de cochinos que opera a escasas cuatro esquinas de la plaza de Sitilpech”.
Estos dos personajes son los que, de nueva cuenta, encabezaron el “show” de protesta el pasado lunes a las puertas del edificio del Poder Judicial de la Federación.
También hay que puntualizar que al habérseles exhibido como farsantes en las publicaciones basadas en un reportaje efectuado en la comunidad y el testimonio de vecinos ajenos al movimiento que encabezan, se hicieron a las víctimas y enviaron una “nota aclaratoria”, aunque sin que mencionaran sus nombres.
La “nota aclaratoria” publicada en Mis-Noticias el pasado 12 de agosto mencionaba entre otras cosas que dos de sus integrantes “sufren una continúa campaña de desprestigio e incitación a la violencia comunitaria”.
Agregaba que la “la campaña de desprestigio” se ha focalizado de manera particular en dos de sus miembros por la labor de defensa que hacen de su comunidad, aunque no menciona los nombres.
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