Debido a la situación de violencia que prevalece en algunas regiones del país, tres estados han determinado cancelar la tradicional ceremonia del Grito de Independencia, a realizarse en vísperas del 16 de septiembre.
En el estado de Hidalgo, específicamente en la asamblea municipal de Zacualtipán, se tomó la decisión de no realizar el festejo patrio.
Esta determinación surge a raíz de los disturbios ocurridos el pasado 1 de agosto, donde habitantes del lugar incendiaron la casa del presidente municipal, Edgar Moreno Gayosso.
El enfado y la protesta de la población se debió a la muerte de un ciudadano, quien, según denuncias, falleció a manos de oficiales de policía después de ser detenido por una supuesta falta administrativa.
La situación en Guerrero también ha llevado a la cancelación de las festividades del Grito de Independencia en dos de sus municipios: Chichihualco y Tierra Colorada.
Las autoridades locales han considerado esta medida preventiva a raíz de los recientes enfrentamientos entre grupos armados en la zona, sumado al asesinato de un jefe policial y tres agentes de seguridad.
Por último, en el municipio de Matías Romero, Oaxaca, las celebraciones del 15 de septiembre también fueron suspendidas. La razón detrás de esta decisión son las amenazas recibidas por el sector transporte, quienes denuncian demandas de pago de “derecho de piso“.
Este escenario pone de manifiesto la compleja situación de seguridad que enfrentan diversas regiones del país, donde incluso las festividades tradicionales se ven afectadas ante el clima de tensión y violencia.
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