La Secretaría de Seguridad de Nuevo León anunció la baja de ocho policías de la Fuerza Civil por cometer secuestro exprés contra un hombre y exigirle 130 mil pesos para no entregarlo a la Policía Ministerial, en Apodaca, Nuevo León.
Los presuntos delincuentes enfrentan una orden de aprehensión y podrían recibir una sentencia de 100 años de prisión, sin posibilidad de reducirla por buena conducta.
Gerardo Palacios Pámanes, titular de la corporación, explicó los hechos en los que también participaron cuatro civiles que se hicieron pasar por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI).
El incidente ocurrió el 2 de febrero en una zona cercana a la avenida Acapulco, en Apodaca, las unidades de Fuerza Civil están monitoreadas por un software especial y se detectó una actividad inusual en el recorrido de las patrullas.
Los uniformados interceptaron al hombre, lo bajaron de la camioneta, lo privaron de la libertad y le solicitaron 130 mil pesos para no acusarlo de actividades ilícitas.
Un familiar entregó el dinero, tras lo cual lo dejaron en libertad.
Los ocho agentes involucrados fueron notificados de su baja deshonrosa y siete de ellos recibieron una orden de aprehensión, ahora enfrentan cargos por secuestro y extorsión.
A uno de los cuatro civiles que se hicieron pasar por policías ministeriales también se le ejecutó una orden de aprehensión.
Palacios Pámanes señaló que la víctima de los hechos reconoció plenamente a los uniformados que participaron en el evento y comentó que en tiempos anteriores se habría despedido a los policías sin que trascendiera a la opinión pública, pero ahora se actúa de manera transparente.
“Mientras yo esté aquí vamos a hacer lo correcto, mientras yo esté aquí lo que le espera a un policía estatal corrupto es una cama de piedra en el penal”, advirtió.
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