Shanghái sumó ocho nuevas víctimas de covid-19 el jueves, elevando el balance total de fallecidos en esta ciudad china donde los contagios parecen decaer y algunos residentes finalmente pueden salir a la calle con un confinamiento más relajado.
La ciudad más poblada de China y su principal motor económico inicia una reapertura después de semanas de duras restricciones que han mantenido a la mayoría de sus 25 millones de habitantes encerrados en casa.
Con más de 400 mil infecciones desde marzo, la ciudad solo ha contabilizado oficialmente 25 víctimas por este brote de covid impulsado por la contagiosa variante ómicron, unas cifras que algunos escépticos cuestionan.
Los ocho fallecidos reportados el jueves tenían una media de edad de 77.5 años y presentaban patologías previas como tumores malignos o hipertensión, según las autoridades municipales.
El gobierno municipal señaló que la causa de la muerte era “la enfermedad previa“.
Además, la metrópolis portuaria registró 18 mil nuevos casos el jueves, la mayoría asintomáticos, y por segundo día consecutivo mantuvo las infecciones diarias por debajo de 20 mil.
El brote en Shanghái es el peor ocurrido en China desde la primera ola nacida en Wuhan y ha puesto a prueba la inflexible estrategia cero covid del país, que busca eliminar las infecciones con duros confinamientos, test masivos y cierre de fronteras.
Las semanas de restricciones han lastimado la economía y han diezmado la moral de los residentes, que denunciaron las dificultades para conseguir comida o la estricta política de aislamiento de los positivos en centros de cuarentena.
Las autoridades han flexibilizado las órdenes de confinamiento domiciliario para unos 12 millones de personas, aunque algunos se quejaron de que los oficiales en sus zonas no les dejaban salir.
“Todo el mundo ha aguantado mucho este tiempo”, dice Rui, un trabajador de una empresa de alimentación, que salió de su casa en el oeste de Shanghái por primera vez en 20 días.
A su alrededor, algunas tiendas abrieron pero solo permitían que los clientes hicieran el pedido desde la puerta. Una vecina suya montó una peluquería improvisada porque no había ningún salón abierto en su zona.
Con el brote remitiendo, la ciudad también trata de reactivar la economía permitiendo la reanudación de la producción en más de 600 compañías esta semana, incluidas Tesla y Volkswagen.
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