Elon Musk, propietario de Twitter, defendió el viernes su controvertida decisión de cobrar a los usuarios por tener una cuenta verificada, y pronosticó que las redes sociales que no sigan su ejemplo eventualmente colapsarán invadidas por cuentas falsas.
Musk hizo esta afirmación en la víspera del cambio en el sistema de verificación de Twitter, que debe entrar en vigor el 1 de abril.
“El desafío fundamental aquí es que es (fácil) crear literalmente 10.000 o 100.000 cuentas de Twitter falsas usando solo una computadora en casa y con inteligencia artificial moderna”, dijo Musk en una sesión de preguntas y respuestas en Twitter.
“Esa es la razón por la que realmente presionamos fuertemente con la verificación, donde quien es verificado requiere un número válido de teléfono y una tarjeta de crédito”, añadió. “Mi predicción es que cualquier red social que no haga esto fracasará”.
El empresario también está desesperado por encontrar una forma de generar suficientes ingresos para una empresa que, según él, perdió más de la mitad de su valor desde que la compró por más de 40.000 millones de dólares.
El cambio en la plataforma está generando muchas inquietudes en empresas, celebridades, políticos y periodistas que utilizan Twitter como uno de sus principales medios de comunicación y que dependen de la insignia azul de verificación para su credibilidad.
También pone sobre la mesa el tema de los potenciales impostores y bromistas que pagarán por la verificación de cuentas falsas
En Estados Unidos, la suscripción a Twitter Blue cuesta 8 dólares al mes, 11 desde la tienda de Apple.
Desde su creación en 2009, la insignia azul de verificación se convertió en un distintivo fundamental para brindar un espacio de confianza para muchos usuarios.
Sin embargo, Musk siempre consideró esa etiqueta como un símbolo de una especie de sistema de clases digital, por eso abrir la certificación a cualquiera que pueda pagar por ella fue una de las primeras decisiones que tomó el multimillonario cuando compró la red social.
El lanzamiento de la primera versión de la suscripción desató una marea de cuentas falsas, que incluso se hacían pasar por el propio Musk y lo obligaron a dar marcha atrás, no sin antes perder muchos de sus anunciantes, fuente de ingresos vital para la plataforma.
La Casa Blanca, que mantendrá un símbolo especial como entidad gubernamental, ya anunció que no pagará las cuentas de sus empleados, según el sitio especializado Axios.
Del mismo modo, la mayoría de los medios y las empresas están esperando ver cómo avanza el asunto antes de decidir si pagan o no 1.000 dólares mensuales y 50 dólares adicionales por cada cuenta, en Estados Unidos.
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