Abuso de autoridad, tráfico de influencias y arbitrariedades en contubernio, son las irregularidades que se reflejan en el “juego sucio” contra Bertha, una mujer mayor que vive con el riesgo de ser despojada de su propia vivienda, amenazada por un grupo de personas en completa colusión con servidores públicos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX).
“Ellos en cualquier momento pueden sacarme de mi casa y yo me encuentro completamente indefensa, pues cuentan con todo el apoyo de las autoridades”, advierte la mujer de 60 años de edad, quien enfrenta un juicio civil por “adeudos inventados” y tiene una demanda por supuesto “despojo” de su propia vivienda, la cual ha pagado en tiempo y forma.
En entrevista para Noticias En La Mira, la mujer de 60 años de edad acusa que el grupo de administradores del condominio en el que vive iniciaron un juego sucio en su contra desde 2019, con el objetivo de despojarla de su propiedad mediante demandas civiles y penales por supuestos “adeudos excesivos”, los cuales no tienen ningún sustento y son inventados por la misma administración, y pese a ello, han sido validados por autoridades judiciales.
“Los administradores de mi condominio empezaron un juego sucio, al inicio, dejaron de entregarme recibos de mantenimiento y mi correspondencia, y cuando yo los pedía me notificaban que ya tenía deudas excesivas, cuando yo siempre he mantenido mis pagos al corriente. Me acusaron de no pagar diversas cuotas adicionales al mantenimiento, que van de 6 mil hasta 8 mil pesos, por gastos que ellos mismos inventaron, pues ni siquiera tenemos áreas comunes ni áreas verdes, solo se le da mantenimiento a un par de bombas de agua, es todo”.
Por otra parte, acusa abuso de autoridad por parte de Alejandro Luna Gasca, Director de Vinculación y Mecanismos en la Unidad de Transición en la FGJ-CDMX, mismo que funge como el abogado patrono en el juicio civil en su contra, quien “no debería litigar directamente al ser servidor público, pues labora en un órgano de impartición de justicia”.
Bertha se ha presentado ante diversas autoridades dentro de la fiscalía capitalina para denunciar su caso, sin embargo, señala que, en cuanto da el nombre del abogado, “las cosas se detienen”, pues los funcionarios cambian su disposición de atenderla, por lo que asegura que “hay tráfico de influencias al interior de dicha dependencia”.
Además, lamenta que, en dicho proceso se ha visto implicada toda una red de corrupción, desde abogados en favor de Luna Gasca, notarios públicos que “certifican” los documentos con “firmas falsas” entregados por los denunciantes, y hasta los propios jueces que validan dichas certificaciones, aunque no les conste la veracidad de los datos.
“Hoy por hoy, mi casa está embargada, y vivo con el temor de que el día menos pensado lleguen y me sorprendan y me saquen a la calle, pues hay una investigación abierta en mi contra, que permanece supuestamente en archivo temporal abierta hasta 2024, y de la que el Ministerio Público me priva de información.
“Soy una mujer de 60 años y vivo sola y eso es lo que los motiva ante esta arbitrariedad”, lamenta Bertha, al tiempo que busca ayuda de divulgar su situación en un intento desesperado de frenar el juego sucio que enfrenta y con el que podría perder su vivienda a pesar de contar con las pruebas necesarias para exhibir los atropellos por parte de las autoridades.
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