La ciudad argentina de Bahía Blanca, situada a unos 600 kilómetros al sur de Buenos Aires, enfrenta una catástrofe humanitaria tras experimentar lluvias sin precedentes que han dejado al menos diez personas muertas y más de mil 300 evacuadas, según confirmaron las autoridades locales.
La tormenta, que comenzó en la madrugada del viernes, generó más de 400 milímetros de precipitaciones en solo ocho horas, una cifra que triplica el récord histórico anterior, ocurrido en 1930. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, calificó la situación como algo «inédito». «Nunca vimos algo así en Bahía Blanca», señaló el funcionario.
El impacto de las intensas lluvias fue tan severo que las autoridades se vieron obligadas a suspender de forma preventiva el suministro eléctrico en toda la ciudad, ante el riesgo de accidentes eléctricos debido a las inundaciones. Además, el hospital interzonal de Agudos José Penna, uno de los principales centros médicos de la región, tuvo que ser evacuado con urgencia.
Imágenes dramáticas mostraron al personal sanitario trasladando pacientes, incluidos bebés, hacia lugares seguros con la asistencia del Ejército argentino.
El gobierno argentino reaccionó rápidamente ante la tragedia. El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que se aprobó una partida de emergencia por valor de 10 mil millones de pesos argentinos (alrededor de 9.2 millones de dólares) para ayudar en las tareas de reconstrucción. «Ojalá las cosas mejoren pronto», expresó Caputo a través de su cuenta en redes sociales.
La situación continúa siendo crítica, según informó el alcalde Federico Susbielles, quien pidió a los habitantes que permanezcan en sus viviendas debido a que gran parte de la ciudad sigue bajo agua. Las tareas de rescate continúan y no se descarta encontrar más víctimas fatales, mientras crece la preocupación por la búsqueda de dos hermanas pequeñas, de 4 y 1 año, desaparecidas desde que comenzó el temporal.
El desastre climático también provocó disturbios y saqueos en algunos comercios durante la noche del viernes. Para reforzar la seguridad, la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, arribó a Bahía Blanca para supervisar los esfuerzos conjuntos entre el gobierno federal y provincial.
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