Víctor Hugo Espíndola Castro, investigador del Instituto de Geofísica (IGEF) de la UNAM, dijo que es necesario que los investigadores del Servicio Sismológico Nacional (SSN) tomen los datos directamente de los equipos y hagan algunas operaciones matemáticas para ser más precisos en la medición del tiempo de duración, la magnitud y el sitio exacto de los temblores.
En conferencia de prensa, titulada “Los sismos de la Ciudad de México una perspectiva del Servicio Sismológico Nacional”, abundó que “la interpretación precisa es fundamental para calcular las características de un movimiento telúrico, sea pequeño o grande. Hay que sacar datos a mano de los equipos y aplicar algunas ecuaciones para hacer la correcta interpretación de la información”, explicó.
Indicó que aunque los modernos sismómetros generan registros inmediatos y de forma automática, se requiere de los especialistas para ubicar la localización exacta del fenómeno, y así saber cuánto dura y su potencia.
“Aun con los avances tecnológicos y además de contar con la Red de Banda Ancha en los 62 observatorios sismológicos distribuidos en el territorio nacional, es necesario que los investigadores del SSN tomen los datos directamente de los equipos y hagan algunas operaciones matemáticas para ser más precisos en la medición del tiempo de duración, la magnitud y el sitio exacto del epicentro de esos fenómenos naturales”, insistió.
LAS ÁREAS DEL SSN
Espíndola Castro explicó que el área de análisis es una de las tres principales del SSN, las otras dos son: instrumentación y sistemas. En la primera, agregó, “recibimos y examinamos la información de los sensores que están en la República mexicana concentrados en un sistema automático situado en las instalaciones del SSN. De los grandes sismos se hace un cálculo preliminar de forma automática”, detalló.
Paralelamente, comentó, se elaboran los análisis de la actividad y, en caso de haber correcciones, se envía una nueva estimación. “Continuamente se evalúan sismos mayores de magnitud 4 y se publican de inmediato los resultados. Cada 12 horas, por la mañana y por la noche, se hacen llegar los restantes”, contó.
LAS FALLAS DE LA CUENCA
Respecto a la Ciudad de México, el jefe del grupo de análisis del SSN, subrayó que los microsismos ocurren por las fallas geológicas localizadas en la Cuenca de México, especialmente en el poniente de la urbe.
“Para realizar nuestro trabajo nos apoyamos en los 173 sensores sísmicos en la Ciudad de México, en cuya puesta en marcha y mantenimiento participan el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional, el SSN, el Centro Nacional de Prevención de Desastres, la Universidad Autónoma Metropolitana y la asociación civil Centro de Instrumentación y Registro Sísmico”, manifestó.
Y aseveró que cuando los movimientos telúricos ocurren en la capital del país todo cambia, dado que hay zonas de aceleraciones mayores; “a los especialistas un sismo grande nos da la posibilidad de trabajar con más datos y ofrecer soluciones o avances sobre el estudio de estos sucesos. Ha mejorado mucho la confianza en los equipos de medición y tratamos de dar al público la información lo más pronto posible”, apuntó el universitario.
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