Jorge Romero Herrera, ganó la presidencia nacional del PAN, tras imponerse a Adriana Dávila Fernández, por lo que en remplazo de Marko Cortés Mendoza, el exdiputado federal y jefe delegacional en Benito Juárez de 2012 a 215 asumirá las riendas del partido como mínimo hasta noviembre de 2027.
En este proceso de votación, la participación del blanquiazul fue cercana al 50% de su padrón de militantes, cuyo universo es de 305 mil 735 personas.
“La planilla liderada por Jorge Romero Herrera ha logrado el porcentaje requerido para asumir la dirigencia nacional, con base en el voto directo de los militantes”, informó anoche la Comisión Organizadora Nacional de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional del PAN (CONECEN).
Al ofrecer su primer mensaje y acompañado de su equipo, Romero Herrera agradeció el apoyo de panistas como Santiago Taboada Cortina, Renán Barrera y Eduardo Rivera, al tiempo que anunció que la próxima secretaria del partido será Michelle González y aseveró que va por una renovación total del instituto partidista, de cara a los comicios intermedios de 2027, momento en que prometió no sólo a retener lo que tienen ahora sino a arrancarles curules a Morena y sus aliados en el Congreso.
“Vamos a ganar elecciones, que se escuche bien, vamos a ganar elecciones y mientras más nos subestimen más ganaremos en 2027 vamos a retener lo que tenemos y les vamos a quitar esos números en el Congreso”, apuntó.
Se espera que la declaratoria de validez de este mecanismo de selección se realice el próximo 13 de noviembre, mismo día en que se le dará la constancia de mayoría a la planilla ganadora. Mientras que la entrega – recepción a las nuevas autoridades electas comenzará el viernes de esta semana.
UNA ELECCIÓN «INEQUITATIVA»
Por su parte, Dávila Fernández agradeció a la militancia que participó de “manera libre” y aunque admitió que los números oficiales no le favorecieron, denunció que este proceso fue inequitativo y que desde un inicio no se tuvo certeza y se violó la legalidad.
También indicó que no hay legitimidad y ahondó que el modelo de partido de los “padroneros” con el código genético marca “Yunes” no le sirve a México.
“Las almas no se mueven con dinero sino con ideas y conductas dignas de ser imitables. No deseo la división ni la muerte de Acción Nacional, pero la sumisión ante la mentira es cobardía; el silencio ante la injusticia es complicidad; abdicar en la búsqueda de la verdad hace esclavas a las personas; y Acción Nacional nació exigiendo democracia para la justicia en la libertad”, remarcó en un comunicado.
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