Israel ordenó este sábado nuevas evacuaciones en el centro de la Franja de Gaza, incluida la parte este de la ciudad de Deir al Balah y el campo de refugiados de Maghazi, donde previsiblemente sus tropas van a emprender una ofensiva terrestre; reduciendo al mínimo la zona humanitaria para la población civil, que ocupa menos del 9.5% del territorio gazatí.
«A todos los presentes en la zona de los municipios de Masdar, Maghazi, Harat Basateen, Ansar, Dimitha, Safa, Sidra, así como el este de Deir Al Balah (…) les pedimos que, por su seguridad, evacuen inmediatamente y se trasladen a la zona humanitaria», instó el portavoz en árabe del Ejército, Avichay Adraee.
Israel está a punto de completar su nueva incursión terrestre en Jan Yunis, en el sur, y esta semana anunció la derrota de los cuatro batallones de la Brigada de Rafah, en el extremo meridional donde sus tropas entraron en mayo; por lo que los gazatíes esperan ahora una ofensiva militar en la zona centro.
Allí, el Ejército israelí rescató con vida a 4 rehenes el pasado junio, en el campo de refugiados de Nuseirat y la inteligencia militar sitúa en la zona a varios secuestrados que aún se presuponen vivos; mientras que en el área de Jan Yunis solo ha encontrado cuerpos de cautivos fallecidos, seis de ellos esta semana.
En los últimos días las tropas israelíes han avanzado en el centro de la Franja y cercando su principal ciudad, Deir al Balah, que hasta ahora se había librado de los combates, aunque no de los ataques aéreos. De hecho, desde el amanecer se han producido numerosas bombardeos en esa ciudad, así como en el cercano campo de Nuseirat, donde un ataque contra unas torres residenciales mató a al menos tres personas.
No obstante, el hecho de tener uno de los pocos hospitales operativos de la Franja, el Mártires de Al Aqsa, y estar hasta ahora lejos de la línea de fuego, había convertido en Deir al Balah en las últimas semanas en uno de los principales centros de desplazados del enclave, con áreas declaradas como «zona humanitaria», que hoy quedó aún más restringida.
Según el Ayuntamiento de Deir al Balah, unos 100 mil palestinos han sido desplazados de la zona oriental de la ciudad en los dos últimos días por los intensos y continuos ataques aéreos israelíes, donde ahora se ha ordenado la evacuación y donde 20 centros de acogida han quedado inoperativos.
MÍNIMA ÁREA HUMANITARIA
Las autoridades gazatíes denunciaron hoy que, desde el inicio de la guerra, el «área humanitaria», supuestamente segura para civiles, se ha reducido de 230 kilómetros cuadrados (63% de la superficie) en octubre a 35 km, equivalente al 9.5% del territorio gazatí.
Según datos de la ONU, las autoridades israelíes han emitido una veintena de órdenes de evacuación entre julio y agosto, la mayoría de ellas en la zona de Jan Yunis, de donde se han tenido que desplazar más de 250 mil personas.
El jueves Israel lanzó nuevas órdenes de evacuación en municipios colindantes de Jan Yunis, como Bani Suhaila; mientras que ayer pidió vaciar varias localidades del extremo septentrional del enclave, después de que Hamás lanzara desde allí dos cohetes hacia la ciudad israelí de Sderot.
El 90% de la población de Gaza, más de 2 millones, ha sido desplazada durante la guerra, mientras enfermedades infecciosas y cutáneas se propagan rápidamente por los campos de desplazados en condiciones de hacinamiento, y falta de saneamiento, agua potable y artículos de higiene.
El Ministerio de Sanidad, controlado por Hamás, informó de que en las últimas 48 horas (hasta la medianoche del viernes) han muerto en la Franja unas 70 personas, con lo que el total de víctimas mortales en diez meses de ofensiva israelí asciende a 40 mil 334, además de 93 mil heridos y unos 10 mil desaparecidos.
Desde el amanecer, fuentes médicas han reportado medio centenar de muertos en diferentes ataques en el sur y centro del enclave, la mayoría en Jan Yunis, donde su principal hospital, el Naser, recibió e identificó 33 cadáveres.
En el barrio de Al Amal, oeste de Jan Yunis, un ataque contra la vivienda de la familia Kalaj se cobró la vida de once personas, incluidos cuatro niños; mientras que un bombardeo con drones en la zona de Katiba, en el centro de la ciudad, mató a una decena de personas; y otras ocho murieron en un ataque contra un tuk-tuk motorizado en ese mismo barrio.
Sanidad también alertó de la grave falta de medicamentos, más del 60 % del listado de medicinas consideradas esenciales en hospitales y del 83 % de artículos sanitarios básicos.
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