A pesar de que existe una gama interesante de productos financieros en el país que podrían generar mejores condiciones de vida a las personas a través de la inclusión financiera e impulsar a las empresas para empoderar a la economía nacional, hace falta generar en el país una cultura y educación financiera que permita acabar con la relación tóxica que tenemos con el dinero y dejar de tenerle miedo a invertir.
Esa es la conclusión a la que llegaron los panelistas en la mesa Educación e Inclusión Financiera durante la Cumbre Uniendo Mentes, con la que COPARMEX CDMX festejó su 25 aniversario.
Directora General de la Bolsa Institucional de Valores (Biva), María Ariza dio números: 99.8% de las empresas de este país son Mipymes; 64% de la producción bruta lo representan estas empresas; pero solamente 11% de ellas tiene acceso a financiamiento de créditos tradicionales y este fenómeno provoca que 65% de las Mipymes mueran antes de los cinco años de edad, cuando para obtener un crédito, normalmente las empresas deben tener arriba de los cinco años de edad.
Entonces, las Mipymes de este país tienen un problema muy fuerte de acceso a financiamiento y siguen financiándose básicamente con sus propios proveedores, con recursos de sus familias, cuando un sistema bancario bien utilizado bien podría apoyar el crecimiento a través de métodos que le permitan a las empresas generar empleo, riqueza, bienestar y participar en el desarrollo nacional.
La clave, afirma la directora de Biva, es la educación porque en el sistema escolarizado no se habla del tema de financiamiento ni de emprendimiento. “Nos falta muchísimo esfuerzo por verdaderamente permear estos conceptos desde la educación, desde nuestras casas y desde ahí continuar y tener programas diseñados con el gobierno para que conozca la gente desde edad temprana de los productos financieros”.
Y es que sólo cuatro de cada diez mexicanos ahorran y únicamente 10% de ellos lo hacen a través de instituciones financieras formales. “Me preocupa el hecho de que el trabajo de los mexicanos no se está ahorrando y no se está dirigiendo a instrumentos formales; no está siendo dirigido eficientemente, asertivamente a proyectos de producción, a empresas, a grandes proyectos que generen crecimiento económico, porque a través de los instrumentos formales es como se allega de capital”, sentenció.
Adalberto Ortiz, presidente de la Comisión de Inclusión Financiera de la COPARMEX CDMX agregó que en el estudio realizado que terminó en un libro al respecto, encontraron que de poco o nada sirve o incluso puede ser contraproducente, dar acceso a las personas, si no saben realmente utilizar bien los instrumentos financieros.
Y dijo, que quizá eso se deba a que tenemos una relación tóxica con el dinero. “Cuántos de nosotros pagamos nada más el mínimo de nuestras tarjetas de crédito o para no generar intereses? Y lo mismo pasa con las empresas”.
El mensaje que me gustaría compartir, dijo el empresario, es que la inclusión financiera, y en específico la educación financiera, es una educación para la vida, una relación sana con el dinero. “Pero todas esas cosas tienen que ver con las cosas más humanas y más naturales de nuestra vida, con el miedo y con la ambición. Entonces, si sabemos tener una conciencia y una relación sana con este tipo de cosas, realmente podemos construir, con lo que son las finanzas, una vida feliz”.
María Luisa Flores del Valle, presidenta de la Alianza para la Educación Superior (Alpes) y vice presidenta de Desarrollo y Sustentabilidad de la Ciudad en COPARMEX CDMX, expresó que se necesita realizar verdaderos cambios educativos desde la educación básica porque “estamos acostumbrados a oír y a ver toda la parte de financiamiento o finanzas, o todo lo que tiene relación con este tema, por terceros, cuando ya estamos grandes”.
“Desde el nivel básico debemos manejar toda esta enseñanza de inclusión financiera. Así como a todos los niños les tenemos que dar seguridad y confianza a la hora de caminar, de leer, de comer, de moverse, también debemos hacerlo en esta parte de educación financiera, que les va a permitir comparar, tomar decisiones y llegar a acuerdos que finalmente los lleve a tener un futuro muy satisfactorio”, expresó.
Finalmente, María Ariza cerró el panel diciendo que, gracias a la tecnología, las Fintech y la gran variedad de productos financieros, hoy de 250 mil personas que invertían en la Bolsa, hemos llegado a más de 5 millones de cuentas en solo cinco años y estamos hablando obviamente de menos del punto 5% de la población.
Lo único para poder estar en este círculo, expresó, es perder el miedo, asesorarse bien con empresas reguladas, “porque tienes toda una oferta de instrumentos desde cero riesgo hasta todo el riesgo, desde corto plazo hasta largo plazo, desde poquito dinero hasta mucho”.
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