Línea Fifí
Por Martín de J. Takagui
Este 21 de febrero la huelga del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex, cumplirá tres años, en los que ni la Directora General de la empresa informativa, Sanjuana Martínez ni el gobierno ni las instancias laborales han dado un paso ni han mostrado su interés porque se resuelva un asunto estrictamente laboral.
A lo largo de éstos que serán 36 meses, en que mayoritariamente mujeres trabajadoras han estado en la calle, atentas a cuatro campamentos huelguísticos, en espera de que haya voluntad oficial, pero ha sido la propia Sanjuana Martínez la que ha puesto todas las trabas y recursos de toda clase para acusar al sindicato de corrupción y delitos inexistentes.
El sindicato que encabeza la periodista Adriana Urrea, ha cuidado meticulosamente cada uno de los detalles, con conocimiento de las leyes y expertis político, para evitar cualquier artimaña leguleya que pudiera poner en riesgo su movimiento; sin descuidar la parte penal, porque también ha tratado de ser imputada penalmente, pero en todos los casos ha sido exonerada, porque siempre fueron inventos de la 4T.
Apenas el pasado 7 de enero, con su poder de convocatoria frente a los integrantes del Sindicato, realizó un proceso de votación para la ratificación y apoyo al Contrato Colectivo de Trabajo, del cual es titular el SUTNOTIMEX, logrando el respaldo abrumador de 89 por ciento de los afiliados, quienes además están de sosteniendo la huelga.
El presidente Andrés López Obrador dijo poco antes de que se acabara el año anterior, que entrando el año 2023, habría condiciones para dar solución al conflicto laboral de Notimex, pero ya han pasado los días, las semanas y el primer mes del año y nada, pareciera que desde Palacio Nacional solamente se da «atole con el dedo» a quienes preguntan sobre temas que no son del interés del Ejecutivo.
A través de diversos mecanismos y medios de comunicación, el sindicato de Notimex ha expresado su interés de iniciar las negociaciones para dar solución a la huelga, pero hasta ahora en ninguna ocasión ha asistido Sanjuana Martínez a pláticas conciliatorias, a pesar de que ha sido citada por las diversas instancias laborales y políticas.
Los integrantes del sindicato y los mismos funcionarios de las secretarías de Gobernación, de Educación Pública y de Relaciones Exteriores, como de la Secretaría del Trabajo y de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje se han quedado esperando a la señora Sanjuana Martínez, quien vive en Monterrey, Nuevo León y se ha desentendido de lo que pueda suceder con la agencia que hoy es de su responsabilidad.
Tarde o temprano, la señora Sanjuana Martínez tendrá que atender el asunto, pues si bien se la ha pasado muy campechanamente los últimos tres años, gastando el presupuesto federal asignado a Notimex, por una suma de alrededor de 500 millones de pesos, llegará el momento en que este gobierno o el que sigue, le pedirá cuentas.
Pero no solamente deberá responder por los recursos económicos, sino también por los recursos materiales y, sobre todo, por el archivo histórico de la empresa, que a lo largo de más de medio siglo (54 años) se ha acumulado, en donde hay videos, fotografías, notas informativas, reportajes, artículos, columnas, toda clase de productos informativos que, en su huida para no atender a los trabajadores, Sanjuana Martínez extravió o perdió para siempre.
En muchos casos el tiempo es el mejor aliado de quienes piden justicia, en este caso del Sindicato de Notimex y no hay mal que dure cien años ni enfermo que los aguante, para fortuna de todos los mexicanos y del gremio periodístico la gestión de Sanjuana Martínez tiene una fecha de caducidad y entonces deberá entregar cuentas del desastre que hizo de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano.
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