La inflación se moderó más de lo esperado en noviembre en Estados Unidos, una buena noticia para los consumidores y para el banco central, que esta semana se dispone a subir sus tasas de referencia, pero menos que en los últimos meses.
La inflación fue en noviembre de 7.1 por ciento a 12 meses frente a 7.7 por ciento en octubre, según el índice de precios al consumo CPI publicado el martes. Es un mínimo desde diciembre de 2021.
Según los datos del Departamento de Trabajo, los precios aumentaron 0.1 por ciento en noviembre frente a 0.4 por ciento en octubre. Los analistas esperaban 7.3 por ciento a 12 meses y 0.2 por ciento en el mes, según el sitio especializado MarketWatch.
El precio de la vivienda fue “de lejos el principal responsable del aumento mensual”; esa variación no pudo ser compensada por la caída del costo de la energía, detalla el Departamento de Trabajo en un comunicado.
“Los precios evolucionan en la dirección correcta, pero siguen siendo muy altos”, estima Rubeela Farooqi, economista de HFE, en una nota.
El pico de inflación se alcanzó en junio, con un aumento del 9.1 por ciento en 12 meses. Fue el mayor registro desde 1981. Desde entonces bajó lentamente.
“Creo que habrá una bajada sustancial” el próximo año, declaró la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a la cadena CBS el domingo, sin adelantar cifras entonces.
Optimismo
La publicación de estas cifras coincide con el comienzo de una reunión del banco central estadounidense, la Fed, cuya prioridad es bajar la inflación a 2 por ciento anual, nivel considerado sano para la economía.
Con esta finalidad ha subido las tasas desde marzo. El alza del costo de los créditos hizo que los hogares y las empresas consumieran e invirtieran menos, lo que ayuda a aliviar la presión sobre los precios.
La caída de la inflación debería empujar a la Fed a subir las tasas menos que en los últimos meses el miércoles al término de su cita de política monetaria. Con todo, se espera un aumento de medio punto porcentual, porque los efectos de este tipo de medidas tardan en notarse.
“El momento de reducir el ritmo de las subidas de tasas podría llegar en la reunión de diciembre”, advirtió el presidente de la Fed, Jerome Powell, a finales de noviembre.
Un freno demasiado repentino de la actividad económica podría precipitar a la economía estadounidense en una recesión en 2023.
En realidad la Fed se rige más bien por otro índice, el PCE, cuyos datos de noviembre se publicarán el 23 de diciembre.
Aunque la fuerte subida de los precios merma su poder adquisitivo, los consumidores estadounidenses parecen optimistas, según un estudio de la Fed de Nueva York publicado este lunes. Creen que la inflación caerá al 5.23 por ciento en promedio dentro de un año.
“Cualquier previsión de inflación en 2023 debe considerarse particularmente incierta”, advirtieron los economistas Joseph Gagnon y Asher Rose, del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE), en un artículo publicado el 5 de diciembre.
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