Varios exfuncionarios que trabajaron en la Casa Blanca durante el mandato de Donald Trump aún deben entregar registros presidenciales que son propiedad del gobierno, informaron los Archivos Nacionales de Estados Unidos al Congreso.
“Aunque no hay una manera fácil de establecer una responsabilidad absoluta, sabemos que no tenemos todo lo que deberíamos“, dijo la responsable del organimso, Debra Steidel Wall, en una carta a la representante demócrata Carolyn Maloney, que dirige un comité de supervisión de la Cámara de Representantes.
Los nombres de los funcionarios omisos no figuran en esa carta datada el viernes y divulgada la noche del sábado, pero se indica que algunos funcionarios utilizaron cuentas privadas de mensajería electrónica para hacer trámites oficiales y no entregaron esos mensajes como exige la ley.
Wall dijo que los Archivos Nacionales, cuya misión es guardar los registros gubernamentales, consultarán al Departamento de Justicia para emprender eventuales acciones que permitan recuperar “documentos ilegalmente quitados”.
Tras reiterados esfuerzos del gobierno federal de obtener documentos eliminados por Trump, el FBI allanó su residencia de Mar-a-Lago en el estado de Florida. En esa redada se requisaron más de 10 mil documentos, muchos clasificados como secretos.
Trump alegó que esos documentos son privados o están protegidos por privilegios presidenciales y recurrió a la justicia para recuperarlos.
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