Por Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva
Las empresas de tecnología verde y tecnología climática alteran rápidamente el panorama competitivo. La sustentabilidad se convierte ahora como un imperativo comercial.
Actualmente, los líderes se enfrentan a una presión cada vez mayor de los empleados, clientes e inversores para actuar con decisión en cuestiones ambientales. Ahora es una necesidad, así como una oportunidad de negocio genuina y enorme.
En todo el mundo y en todos los sectores, las empresas emergentes de tecnología climática cambian el juego cuando se trata de cómo las organizaciones pueden y deben abordar la sustentabilidad. Están cada vez mejor financiados.
Los pioneros en la adopción de políticas y tecnologías verdes tienen numerosas ventajas sobre los disruptores, desde el acceso al capital hasta el conocimiento institucional profundo.
En los últimos cinco años, la sustentabibilidad se convirtió en un impulsor de valor crítico. A medida que se hizo evidente que los esfuerzos existentes pueden no ser suficientes para limitar los aumentos de temperatura, las empresas comenzaron a reconocer la oportunidad de abordar el desafío.
Entonces, las organizaciones comenzaron a adoptar y promover medidas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), y solo de 2020 a 2021, el número de empresas que se comprometieron con objetivos de sustentabilidad basados en la ciencia se triplicó.
Esto lleva a la actualidad. Si la primera era veía la sustentabilidad como un dominio idealista y la segunda etapa la percibía como un impulsor de valor, este tercer estadio percibe la tecnología como una oportunidad de negocio y como una necesidad.
Hoy las empresas comienzan a capturar la oportunidad de negocio de las tecnologías climáticas y adoptan estos cinco lineamientos:
1. Genuinamente impulsado por el propósito y la pasión. Este profundo sentido de propósito es común en las nuevas empresas disruptivas en el sector de las tecnologías climáticas. Para muchos, esa creencia ayuda desde el principio, cuando la financiación es escasa y la tecnología aún se desarrolla.
2. Profundo conocimiento tecnológico con audaces aspiraciones de futuro. Tener éxito en cualquier industria requiere un conocimiento profundo, ser un disruptor requiere un conocimiento profundo potenciado por el pensamiento creativo, y ser una empresa emergente en el espacio climático requiere no solo conocimiento y creatividad, sino también una profunda comprensión tecnológica.
3. Tecnología transversal. Atraer tecnologías complementarias y colaborar con empresas que llenan vacíos de conocimiento especializado es una característica de las start-ups en este espacio.
4. Fuerte empoderamiento y asunción de riesgos. Una creencia común entre las nuevas empresas es que las organizaciones tradicionales más grandes luchan por potenciar la tecnología disruptiva porque sus organizaciones son, por defecto, reacias al riesgo.
5. Mentalidad de prueba y prueba a una velocidad vertiginosa. Quieren un cambio «dramático» en lugar de incremental, por lo que adoptan un enfoque de prueba y error.
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