Costa Rica elige este domingo en balotaje a su próximo presidente, quien deberá enfrentar la severa crisis económica que golpea a una de las democracias más estables y “felices” de América Latina.
La liza opone al derechista Rodrigo Chaves y al centrista José María Figueres. Ambos aseguran que su eje es la economía, aunque la campaña tuvo más acusaciones que propuestas.
Chaves, quien carga con una sanción por acoso sexual, aventajó levemente en los sondeos a Figueres, un expresidente señalado por corrupción.
Según informó el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la apertura de urnas inició con normalidad y culminará a las 18H00 locales (00H00 GMT del lunes).
Unos 3.5 millones de los 5 millones de habitantes pueden votar. Los primeros resultados saldrán esta misma noche. El vencedor gobernará por cuatro años.
En este país sin Fuerzas Armadas desde 1948, el transporte y distribución del material electoral está a cargo de ciudadanos voluntarios acreditados ante el TSE.
Aunque hubo largas filas durante la apertura de los centros de votación de la capital, el flujo parecía menor que en la primera vuelta de febrero, constató la AFP.
Chaves sufragó a media mañana en un colegio en Goicoechea, en el centro de la ciudad, entre vítores de seguidores y críticas de uno que otro detractor.
“Le digo a la gente que vote, vote, vote. Que ejerza su derecho (…) Les prometo un gobierno justo, honesto y transparente, va a ser la mejor gestión de todas”, dijo Chaves.
Un par de horas, Figueres votó en una escuela de La Lucha, en la periferia de la capital. “Acudamos a votar con alegría, respetando las preferencias de cada quien, pero reforzando nuestro sistema democrático”, comentó a la prensa.
Prioridad: empleo
“La primera preocupación es que haya trabajo, economía y seguridad”, dijo la operaria Ángela Marín, de 58 años, primera en votar en el Liceo de San Antonio de Coronado, en San José.
“Los dos candidatos que han quedado son personas por las que no hay mucha confianza. Pero tenemos que elegir entre uno de los dos y ojalá que haya algo bueno”, agregó.
“El próximo presidente tiene que cambiar todo, porque esto está muy pobre. Aquí no hay trabajo, no hay nada”, consideró Ana Briceño, una agente de viajes de 64 años.
Por su labor, Briceño conoce de cerca el impacto de la pandemia en el turismo, el principal motor económico de este país líder en protección del medio ambiente y con abundantes atractivos naturales.
La pobreza afecta al 23 por ciento de los habitantes del país, que sufrió una de las mayores caídas de empleo en la región entre 2019 y 2020 (-14 por ciento), junto con Perú, según Cepal. Su deuda equivale al 70 por ciento de su PIB.
Pese a los contratiempos, Costa Rica encabeza el ránking en América Latina de los países “más felices” del mundo, según el último World Happiness Report.
Temas urgentes
“Los temas urgentes a atender son los que a la población le están causando malestar y sufrimiento. Lo primero, la falta de trabajo. Segundo, el costo de la vida”, dijo Chaves, del novel Partido Progreso Social Democrático (PPSD).
De 60 años, es un economista que laboró más de 30 en el Banco Mundial. También fue ministro de Hacienda del actual gobierno de Carlos Alvarado, por 180 días, entre 2019 y 2020.
“En la agenda económica el desempleo es lo más importante, la creación de oportunidades de trabajo es la prioridad (…). Los primeros proyectos que someteremos a la Asamblea tienen que ver con impulsar el trabajo”, apuntó Figueres, del tradicional Partido Liberación Nacional (PLN).
Ingeniero industrial de 67 años, ya fue presidente entre 1994 y 1998 y es hijo del histórico mandatario José Figueres Ferrer, quien abolió el ejército en 1948.
Cuestionamientos
Chaves recibió una sanción por acoso sexual a dos subalternas del Banco Mundial y Figueres fue involucrado en una investigación por sospecha de corrupción por una asesoría de 900 mil dólares a la empresa francesa Alcatel, firma que reconoció pagar sobornos a cambio de contratos.
Chaves asegura que los señalamientos en su contra, por hechos ocurridos entre 2008 y 2013, fueron “bromas” que se “malinterpretaron por diferencias culturales“.
En tanto, Figueres, a quien nunca se le abrió una causa formal, reconoce que se equivocó al no regresar al país cuando se le solicitó. La investigación se realizó en 2004, cuando él trabajaba en Suiza.
Hay 18.1 por ciento de indecisos, según una encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP-UCR) del 29 de marzo.
Las proyecciones asignan a Chaves 41.4 por ciento de las adhesiones contra 38 por ciento para Figueres.
Ambos llegaron al balotaje tras la primera ronda del 6 de febrero entre 25 candidatos, donde Figueres tuvo ventaja, aunque no suficiente para ganar automáticamente.
En segunda ronda, la Constitución señala que gana quien obtiene más votos. Si hay empate, triunfa el de más edad. En este caso, Figueres.
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