- Mexicanos ven en la mordida una solución a problemas cotidianos.
- A nivel global, el Banco Mundial estima que se pagan 1 billón de dólares en sobornos.
De acuerdo con Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad, 2 de cada 3 personas consideran que es inútil denunciar la corrupción en nuestro país, por lo que no sorprende que muchos expertos coincidan que actos como el soborno o la mordida sean concebidos como una solución a los problemas cotidianos de los mexicanos.
Para la International Organization for Standardization (ISO), el soborno es un riesgo significativo para los negocios en muchos países y sectores. Puede ser tan pequeño como el pago a un oficial de policía por una multa por conducir en exceso de velocidad o tan profundo como el pago para ganar un importante contrato.
Aunque para muchos una mordida puede ser concebida como un delito menor, el soborno sistémico a distintos niveles tiene grandes y graves consecuencias que impactan en el crecimiento económico y desalientan la inversión, aumentando la pobreza y la desigualdad social.
A pesar de los múltiples esfuerzos que han impulsado desde distintos ángulos, hoy expertos aseguran que es y será un problema difícl de erradir. En un estudio reciente, publicado por MCCI, titulado ¿Cambiar para seguir igual?, se señala que si bien al gobierno se le ve con más responsabilidad, la ciudadanía percibe que existen otros actores que deben involucrarse para hacer frente a la corrupción en México.
A nivel global, el Banco Mundial estima que se pagan más de $1 billón de dólares (3% del PIB mundial) al año en sobornos. En muchos casos, se tolera como una parte necesaria de “conseguir el negocio/cerrar el trato” o para eludir trámites burocráticos.
“Aunque pareciera que ciertos actos de corrupción parecen ser percibidos con mayor normalidad, entre los empresarios mexicanos existe un deseo creciente de mantener alejadas a sus organizaciones de estas situaciones, mediante la implementación de las mejores prácticas internacionales contra este tipo de actos delictivos”, señaló Carlos Pérez, director general de NYCE México.
Por lo que no es de extrañarse, que un gran número de países han introducido o reforzado la legislación contra el soborno que hace que sea una ofensa para las organizaciones y los individuos pagar o recibir sobornos, pero ahora es la Iniciativa Privada mundial, mediante el ISO 37001, Sistemas de Gestión Antisoborno, quienes toman la delantera.
Ejercicios como este suman a la confianza y percepción que se tiene sobre las empresas, ejemplo de ello, el Trust Barometer 2023, de Edelman, que señala que las compañías son vistas como las instituciones «más competentes y éticas», con una ventaja de 66 puntos sobre el gobierno en términos de competencia y de 39 puntos en cuanto a ética.
El ISO 37001 es una norma que incluye una serie de buenas prácticas contra el soborno de reconocimiento internacional y que podrá ser implementada y certificada a todas las empresas y las organizaciones, sin importar su tipo, tamaño y naturaleza del negocio o actividad, y si en públicas, privadas o voluntarias de los sectores sin fines de lucro.
“Se trata de medidas muy concretas, con un liderazgo desde la parte superior de la empresa, y que incluyen la formación, la evaluación de riesgos, la debida diligencia, los controles financieros y comerciales, la presentación de informes, auditoría e investigación”, explicó Carlos Pérez, director general de NYCE México.
Erradicar la corrupción es una tarea titánica que si bien se antoja casi imposible, para vencerla requiere de un mayor esfuerzo de gobierno, empresas y ciudadanpia, ya que solo en conjunto y a través de distintos métodos podemos erradicar prácticas que al día de hoy comienzan a ser percibidas como un problema cultural y sistemático ante el cual nada podemos hacer.
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